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ÁNGELES: “EL MISTERIO AÚN NO DEVELADO”

18.08.2013 10:18

ANÁLISIS Y COMENTARIO SOBRE LA PARTE PRIMERA DEL LIBRO:

“ÁNGELES, UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN”, DE MALCOM GODWIN.

EL ALA PRIMERA O PRIMER CIELO (PRIMERA PARTE).

REMATRICULACIÓN AÑO 2011

MAESTRÍA PRACTICANTE EN REIKI

MARÍA DANIELA BARCHIESI

DNI 21.877.218

PROFESOR JORGE SPINOSA

MORENO, ABRIL 2011

INTRODUCCIÓN:

Los ángeles han fascinado la imaginación de los hombres, desde el mismo momento en que conocen su posible existencia. Pero ¿quién puede comprobar fehacientemente que los ha visto? Seguramente será tomado por loco.

Malcolm Godwin con su antología angélica, nos lleva a un mundo fascinante, donde nada parece ser lo que es, donde la luz y la oscuridad por momentos se confunden, donde los caídos, fueron un día los elegidos de Dios.

Sin embargo la creencia popular los considera mágicos, sanadores, guardianes y amigos, seres sobrenaturales, que estarán allí para protegernos de todo mal, pero de los cuales será muy difícil encontrar pruebas o datos de su existencia, ya que éstos nunca dejan huellas.

Godwin nos ofrece un estudio profundo angeológico, pasando por todas las religiones y todas las culturas.

El autor se basa en el género Angelus Occidentalis término aplicado a las especies y subespecies encontradas en las religiones monoteístas tales como el judaísmo, zoroastrismo, cristianismo e islam. Estas cuatro grandes religiones comparten la creencia de un universo dividido en tres partes: el Cielo, la Tierra y el Infierno, y que su población está conformada por ángeles, humanos y demonios. Por otro lado las religiones orientales como el hinduismo, jainismo y budismo, ven un cosmos monista y no creen en ángeles.

Con respecto a la definición de la palabra “ángel”, nos muestra que deriva de una traducción griega del hebreo mal´akh, “la cara oculta de Dios”, pero posteriormente pasó a significar, “mensajero”, del griego aggelein, que significa anunciar, que luego pasó al latín como angelus.

Esta definición nos habla de una función, pero no básicamente de la esencia angélica.

Por otro lado el autor, nos explica que si buscamos información angélica, no la encontraremos en la Biblia. En el Antiguo Testamento, sólo en el libro de Tobías(*1), se menciona por su nombre a un ángel: “Fue oída en aquel instante, en la gloria de Dios, la plegaria de ambos y fue enviado Rafael (*2) a curar a los dos: a Tobit para que se le quitaran las manchas blancas de los ojos y pudiera con sus mismos ojos ver la luz de Dios; y a Sarra la de Ragüel, para entregarla por mujer a Tobías, hijo de Tobit, y librarla de Asmodeo, el demonio malvado (*3)… (Tb III Sarra: 3,16-17)”; “Salió Tobías a buscar un hombre que conociera la ruta y fuera con él a Media. En saliendo encontró a Rafael, el ángel (*4) parado ante él, pero no sabía que era un ángel de Dios… (Tb V El compañero: 5,4)”; “El olor del pez expulsó al demonio que escapó por los aires hacia la región de Egipto. Fuese Rafael a su alcance, le ató de pies y manos y en un instante le encadenó… (Tb VIII La tumba 8,3)”, “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor (*5)… (Tb XI Rafael 12,15)”.

En general la información se encuentra en libros apócrifos (apó=lejos; krypteín=ocultar) es decir en aquellos documentos considerados falsos o los evangelios no incluídos en las biblias cristianas, que además son considerados heréticos. Sin embargo esta antología está basada en los datos de estos libros.

ACERCA DEL AUTOR:

Nació en 1936 en Londres. Escritor tardío, originalmente fue artista cinético y constructivista. Expuso en galerías tales como: Fondation Maeght Provence, Museo de arte Moderno de Nueva York, Kunsthalle, Köln, “The Kinetic Show”, en la Hayward Gallery etc. Participó en la construcción de una gran obra de arte cinético, alimentada por una pila de combustible, en el pabellón británico en la Expo ´67 Montreal.

Invitado a dar una importante exhibición retrospectiva en la Whitechapel Gallery en el East End de Londres, el artista en su lugar, eligió volar a la India, seguro de que sus experiencias místicas florecerían hacia la iluminación dentro de unas pocas horas de haber aterrizado. Esperó con calma, por 34 años, los resultados de su suprema búsqueda de la verdad.

Vivió en la India por 7 años. Organizó y ayudó a publicar el libro de Osho: “India Mística”, y compiló una biografía de la vida del místico hasta 1980, llamado “El sonido del agua corriente”.

Viviendo en el Ashram de Osho, obtuvo el grado espiritual de Swami Anand Yatri.

Después, deambuló durante un año por Europa y después tres años por Estados Unidos, junto con su esposa diseñadora Magdalena, donde finalmente se establecieron. Allí co fundaron una compañía editorial llamada “Laberinto”, en la cual diseñaron e ilustraron libros de Stephen Hawking tales como: “La breve e ilustrada historia del tiempo”; “Universe an a Nutshell”, además de escribir e ilustrar cuatro best sellers, uno de los cuales es “El Santo Grial”.

En 1996 fundó la compañía de diseño e ilustración llamada “Moonrunner”.

Escribió los siguientes libros:

- “Ángeles, una especie en peligro de extinción” (1991).

- “El Santo Grial: Origen, significado y revelaciones de una leyenda” (1994).

- “Who are you? 101 ways of seeing yourself” (2001).

- “Ángeles protectores” (2002).

- “Ángeles: La sorprendente historia de los misteriosos mensajeros alados de lo milagroso” (2009).

(Quiero destacar que esta es la escasa información que pude recopilar del autor).

*1) Tobías: Este libro, junto con el de Judith y Ester, no tienen un texto del todo seguro, entraron tarde en el canon de las Escrituras y tienen un determinado género literario en el que la geografía y la historia son tratadas con mucha libertad y como soportes de la enseñanza religiosa pretendida.

En este libro el ángel Rafael manifiesta y encubre a un mismo tiempo la acción de Dios, cuyo instrumento es él mismo.

Este libro tiene puntos de contacto con la Sabiduría de Ajikar (libro encontrado entre los papiros de Elefantina –S.V. a.C.- aparentemente era una traducción aramea de un original babilónico) obra apócrifa.

*2) Asmodeo: “el que hace perecer”, demonio de la religión persa.

*3) Rafael: es el ángel protector, adversario de Asmodeo. Antes de su misión estaba delante de Dios.

*4) Con excepción del Ángel de Yahveh en los textos antíguos, los ángeles son criaturas sometidas a Dios, miembros de su corte (hijos de Dios, santos, ejército del cielo). Son mensajeros de Dios, ya sea para castigar, ya sea para custodiar las naciones o las personas. La doctrina se desarrollará en el Judaísmo y en el Nuevo Testamento.

*5) La Biblia no conoce más que el nombre de tres de esto sietes ángeles: Rafael, Gabriel, Miguel.

ANTOLOGÍA

En esta parte del libro, describe a la Hueste Angélica como se la conocía a finales de la Edad Media en Europa, coincidiendo con la visión del Renacimiento y del Humanismo, pero abruptamente, esta Edad de Oro angelical, terminó a mediados del S. XIV durante la Peste Negra. De la misma manera, la Iglesia dejó de bendecirlos, dirigiendo su atención hacia la hueste degradada, los demonios, durante la Inquisición a lo largo de 200 años.

Desde el punto de vista histórico, los ángeles podrían ser la evolución de híbridos provenientes de la cruza entre seres sobrenaturales egipcios, sumerios, babilonios y persas, adoptando la apariencia de mensajeros alados de Dios, tal como hoy se los conoce.

Esta creación es esencialmente judía y creada hacia comienzos del siglo I d. C., posteriormente fue adoptada por la nueva religión que se estaba formado y por los musulmanes, seis siglos posteriores.

Esta imagen no ha sufrido modificaciones hasta el día de hoy.

Lo concreto es que en un momento de la historia, los ángeles no solo caen en desgracia, sino que prácticamente desaparecen de la escena religiosa católica, si bien no niegan su existencia, tampoco le dan veracidad a los relatos de aquellos que dicen haberlos visto, o haber recibido algunas de sus gracias.

La pregunta es: ¿qué puede haber ocurrido dentro de las altas jerarquías eclesiásticas y los doctos de la Iglesia, para que esto ocurriera? La respuesta aún no ha sido hallada.

LA JERARQUÍA CELESTIAL

No será fácil explicar la división jerárquica ni su función, ya que algunos santos como San Ambrosio, Santo Tomás de Aquino o San Pablo, que hablaron sobre el tema y otros eruditos, no lograron ponerse de

acuerdo sobre el mismo; pero adoptando la corriente más ortodoxa de Dionisio y Tomás de Aquino, dice que se divide en tres Alas: la 1º es la jerarquía celestial que gira en la órbita alrededor del Trono de la Gloria; la 2º que contiene a los Ángeles del Infierno y la 3º ubicada entre el cielo y la tierra.

EL ALA PRIMERA: Los nueve Coros

Los nueve órdenes angélicos que orbitan rodeando al Centro Divino se dividen en tres grupos:

La Tríada Superior: compuesta por Serafines, Querubines y Tronos.

La Tríada Intermedia: compuesta por Dominaciones, Virtudes y Potestades.

La Tríada Inferior: compuesta por Principados, Arcángeles y Ángeles.

LA TRÍADA SUPERIOR:

Los cristianos adoptaron el modelo hebreo del cosmos, el cual dice que el Universo es una jerarquía, Dios es el punto más elevado de esa jerarquía y también es el centro del cosmos. Desde la Presencia Divina los ángeles se disponen en tres niveles descendentes, teniendo cada nivel tres órdenes o filas. La más elevada se halla en comunión directa con el Uno Divino, y sin ninguna intercesión, reciben la iluminación de Dios. La tríada intermedia, reciben la iluminación de Dios a través de la tríada primera, a su vez la intermedia transmite la iluminación a la tríada inferior y ésta transmite a los mortales.

El Centro Divino es considerado Dios, el pensamiento puro de vibración más elevada, que emite rayos de frecuencia sutil, que a medida se van alejando del centro, se van densificando y convirtiéndose en materia.

La tríada primera, con las presencias Seráficas, Querubines y Tronos, están reunidos en torno al núcleo central de pureza. Vibrando el Serafín en la frecuencia más elevada de los ángeles, El Querubín vibra en una velocidad algo menor, en un segundo anillo cercano al centro y los Tronos vibran en el anillo en el cual comienza a aparecer la materia.

EL CORO O ANILLO PRIMERO: Serafines

IMAGEN SERAFÍN DE VIKTOR VASNETSOV

Estos seres son los reconocidos como los más elevados de los Servidores Angélicos Divinos. Mientras rodean al Trono del Uno, cantan sin cesar en honor a la creación, repitiendo en hebreo “Kadosh Kadosh Kadosh” (“Santo Santo Santo).

Éstos son seres de luz, de pensamiento puro, que resuenan con el Fuego del Amor y están en comunión directa con Dios.

Pero cuando se le han aparecido a los humanos en su forma angélica, lo han hecho como seres de seis alas y cuatro cabezas. Así lo cuenta en su libro del Emmanuel, el profeta Isaías (*1) al encontrarse con el Señor: “El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado y sus haldas llenaban el templo. Unos Serafines (*2) se mantenían erguidos por encima de él; cada uno tenía seis alas: con un par se cubrían la faz, con otro par se cubrían los pies y con el otro par aleteaban. Y se gritaban el uno al otro: -Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot, llena está toda la tierra de su gloria-” (Is 6, 1-3).

A los Serafines se los ha identificado con la serpiente o el dragón.

Según el origen etimológico de la palabra Serafín, provendría del hebreo lizrof que significa “arder”; éstos arderían por la cercanía del Señor. También se dice que proviene del hebreo saraphim plural de saraph, “serpiente de picadura ardiente”.

Lo cierto es que en la Biblia hebrea aparece muchas veces el término saraphim para denominar ángeles; y de las traducciones de la Biblia, salió el término transcripto al latín como seraphim, y del latín al español serafín.

Según el autor, el nombre sería una combinación de los términos hebreos rapha que significa “sanador”, “médico” o “cirujano”; y ser que significa “ser superior” o “ángel custodio”.

Lo cierto es que la serpiente o dragón es símbolo del sagrado arte de la sanación hasta Esculapio, para los romanos, Asclepio para los griegos, dios de la medicina, cuyo atributo era un bastón con dos serpientes enrolladas. Este bastón llamado “Caduceo”, fue regalado por Apolo a Hermes “el mensajero de los dioses”, Mercurio para los romanos, idéntico al dios egipcio Thot, ulteriormente identificado con el Arcángel Miguel, que también fue un serafín.

El caduceo es actualmente el símbolo de la medicina, en el cual se sostiene que el médico es un anunciador que trae salud, preserva la armonía y equilibra las oposiciones malignas, que se producen tanto en el cuerpo como en el alma.

BASTÓN DE ESCULAPIO CADUCEO DE HERMES

Desde el punto de vista angélico, la serpiente simboliza el rejuvenecer a través de la muda de la piel, para tener un resurgir joven y flameante, en similitud con el mito del ave Fénix.

Según el cap.9, 1 del libro de Enoc, los serafines serían cuatro: Miguel, Sariel, Rafael y Gabriel, que se correspondería con las cuatro alas o direcciones (los puntos cardinales).

Pero otros comentaristas, no precisados, nos hablan de príncipes gobernantes de los Serafines, dicen que el jefe era Metatrón, llamado también Satanás, y los otros tres Kemuel, Natanael y Gabriel.

Aquí comienza a notarse las ambigüedades entre el lugar real que ocupan en esta jerarquía los seres angelicales, ya que se confunden algunos serafines con arcángeles, que serían de anillos inferiores y de naturaleza más material. Por otro lado, la aparición de Metatrón en el que aparece para algunos, como un príncipe serafín, el líder flameante de los ángeles- serpientes, que se ocuparía del bienestar de la humanidad, poseyendo treinta y seis alas e innumerables ojos, o como el propio Satán, el Príncipe de las tinieblas.

EL CORO O ANILLO SEGUNDO: Querubines

REPRESENTACIÓN MODERNA DE LA CABEZA DE UN QUERUBÍN SEGÚN LA VISIÓN DEL PROFETA EZEQUIEL. ARTISTA DESCONOCIDO.

Así describe el profeta Ezequiel (*3) en su visión a los querubines: “Había en el centro como una forma de cuatro seres cuyo aspecto era el siguiente: tenían forma humana. Tenían cada uno cuatro caras y cuatro alas cada uno. Sus piernas eran rectas y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del buey, y relucían como el fulgor del bronce bruñido” (Ez 1,5-7). “En cuanto a la forma de sus caras, era una cara de hombre y los cuatro tenían cara de león a la derecha, los cuatro tenían cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila” (*4) (Ez 1,10).

Siguiendo el origen etimológico de la palabra querubín, encontramos las siguientes acepciones: según el griego viene de querub que significa “toro”; según el hebreo viene de karov que significa “cercano”, o querub que significa “próximos” o “segundos”, haciendo referencia a su ubicación en el coro de ángeles.

Según otras fuentes, la palabra provendría del asirio, acadio y babilonio, en escritura cuneiforme, y de allí traducida al hebreo, griego y otras lenguas.

La palabra sería kerub, genio alado, guardián sagrado de las puertas, con forma de animal, especialmente de toro, alado y con cabeza humana, pueden verse por ejemplo en las puertas del templo de Ishtar en Babilonia.

QUERUBÍN O LAMASU DEL PALACIO DE SARGÓN II EN KHORSABAD (20 KM AL NORESTE DE MOSUL, IRAK) (713 a. C.)

Este término podría haber pasado a la cultura judía, debido al largo cautiverio que tuvieron en Babilonia.

Los primeros ángeles mencionados en la Biblia son los querubines y en el primer libro, en el Génesis: “Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín del Edén querubines, y la llama de espada vibrante para guardar el camino del árbol de la vida” (Gn 3,24).

Se sabe que los querubines ocupan el segundo lugar en la primera tríada, según la obra de Pseudo Dionisio Areopagita, teólogo y místico bizantino, que viviera entre los siglos V y VI d. C., quién escribió en uno de sus tratados, sobre la jerarquía angelical, clasificándola como veremos en este libro.

Los querubines desde este lugar jerárquico, emiten una vibración sutil que es la del Conocimiento y la Sabiduría.

Una vez más el autor nos muestra como parte de las historias y personajes presentadas por los hebreos y mencionadas en la Biblia, fueron tomadas de historias y deidades del Oriente Próximo; ya que no solo tomaron la imagen y parte de sus funciones de los Kerubes o Lamasus asirios y babilónicos, sino que además esta mención en el Génesis, de querubines guardianes del Árbol de la Vida, también fue tomada de la historia asiria que hablaba de una deidad alada, con cabeza de águila que custodiaba el Árbol de la Vida Eterna.

Pero no podemos olvidar que la cubierta o tapa del Arca de la Alianza, estaba custodiada por dos Querubines, que debían protegerla, lo cual la función protectora de estos seres, se pone una vez más en evidencia.

La descripción de los Querubines se mantuvo solo en forma oral, ya que la religión judía, no es propicia a la iconografía, y así se transmitió al cristianismo primitivo, que los asimiló como una jerarquía angélica, ocupando el segundo lugar, después de los Serafines en la primera tríada.

Posteriormente, los relatos teológicos, en la antigua Europa, y debido al gran número de analfabetos que había, comenzaron a dibujarse y a darles forma estatuaria, a los protagonistas de estas historias y también a los ángeles, que fueron simbolizados con formas humanas y alados.

Lamentablemente, la imagen imponente tanto de Serafines como de Querubines, quedó reducida a la forma de niños pequeños hermosos, regordetes y sonrosados, muy de moda en la época renacentista, y hasta nuestros días, convirtiéndose esta extraña transformación en un misterio sin resolver.

EL CORO O ANILLO TERCERO: Tronos, Ofanines o Galgalines

TRONOS

Estos entes antiguamente eran llamados “Espíritus de las Estrellas”, según algunas fuentes, se dice que éstos llevan el registro de las acciones en todos los tiempos o karmas, se los llama también los “Constructores del Orden Universal”.

Se llaman tronos, porque Dios se sentó sobre ellos y moldeó su materia, aunque son representados como formas enormes de alas circulares, iluminadas con los colores del arco iris.

Su deber es cargar el trono de Dios por el Paraíso, y su función es la de transformar los pensamientos en materia. Actúan como los ojos de Dios.

TRONOS SEGÚN OTRA VISIÓN

La visión más detallada que se tiene sobre los Tronos, es la del profeta Ezequiel, (1,13-19) quién los describe como grandes ruedas, brillantes, unas dentro de otras y llenas de ojos. Esto coincidiría con aquellos autores que definen a una de sus funciones como la de ser los ojos del Creador.

También se dice que estas ruedas tienen dos impulsos: uno gira hacia la derecha y el otro a la izquierda, son como dos anillos que se entrelazan, representando las dos polaridades, como el Yin y el Yang.

Según algunos autores los nombres de estos ángeles son: “Lauviah, Caliel, Leuviah, Pahaliah, Nelkhael, Yeiaiel, Melahel y Haheuiah”.

Están dirigidos directamente por el Creador y trabajan la energía Poder; manejando el impulso de vida y el impulso creador.

Pero también se los llama Ofanines o Galgalines.

Según la escritora Pilar Guiroy un Ofan es un ser celestial, descripto en el libro de Enoc, como guardián constante del trono de Dios, junto a los Serafines y Querubines.

La palabra “Ofan” en hebreo, significa rueda, por lo cual los Ofanes han sido asociados a las visiones de los profetas Ezequiel y Daniel. En la visiones de Daniel, según algunas traducciones, aparece el término “Galgal” o “ruedas de Galgallin”; y según Godwin la palabra “Galgal” en hebreo tiene el doble significado de “rueda” y “pupila del ojo”, lo cual explicaría a estas ruedas cubiertas de ojos, que se movían al lado de los Querubines, debajo del trono de Dios, según lo visto por los profetas mencionados.

Para la tradición judía, los Ofanines están ubicados como segundos en rango entre las diez categorías de ángeles que exponen en su jerarquía angelical, y para ellos tronos y ruedas son diferentes.

Para la tradición católica como dijimos, los tronos están ubicados en la tercera Orden de la primera Esfera, Tronos y Ruedas serían lo mismo.

El autor Godwin también nos menciona curiosamente, que la descripción de los Tronos, coincide bastante con la descripción de naves extraterrestres u OVNIS.

Erich von Däniken, fue el primero en proponer la idea de que el relato del profeta bíblico Ezequiel, podía considerarse como la posibilidad de estar ante la descripción de una nave espacial de algún tipo. Pero se ganó la ridiculización de los miembros de la comunidad científica.

*1) Isaías: nació hacia el 765 a.C. y es considerado un héroe nacional, por haber participado activamente en hechos políticos de su país. Es el profeta de la fe y el más grande los profetas mesiánicos.

*2) Serafines: son seres celestiales cuyo nombre cuyo nombre significa “los ardientes”.

Se cubren la cara por temor de ver a Yahveh.

*3) Prevé el estatuto político y religioso de la comunidad futura, restablecida en Palestina. Ejerció toda su actividad con los desterrados de Babilonia entre los años 593 y 571 a. C. Ezequiel es sacerdote y guarda el culto de la ley. Es un profeta de acción, llamado el Padre del Judaísmo.

*4) Estos animales recuerdan a los “Karibú” asirios. (los Querubines del Arca), cuyas estatuas guardaban los palacios de Babilonia.

Pero estos siervos de los dioses paganos son aquí enganchados al carro de Yahveh (los cuatro vivientes del apocalipsis).

LA TRÍADA INTERMEDIA

Esta tríada compuesta por Dominaciones, Virtudes y Potestades, tiene la función de mediar; también fungen como gobernadores celestiales.

La tarea más importante de estas entidades angélicas, es la de establecer la unión con Dios, tratando de neutralizar contrarios como materia y espíritu, el bien y el mal, lo superior y lo inferior. Participan activamente sobre toda la creación, aportando la guía para mantener la armonía, la paz y el Orden Divino, en todos los niveles. Pero como nos dice Godwin, esta importante tarea, vuelve a estos ángeles proclives a corromperse.

Los ángeles de esta tríada fueron representados durante la Edad Media, con sencillas vestimentas como el alba talar (*1). Estos ropajes iban ajustados por un cinturón dorado, y llevaban sobre los hombros una estola color verde. También solían portar un báculo dorado en la mano derecha, y el sello de Dios en la Izquierda.

EL CORO O ANILLO CUARTO: Dominaciones

DOMINACIÓN HASMAL

Según algunos autores y coincidiendo con Godwin, estos ángeles también llamados “Señores Kuriotetes”, “Hasmal o Hamshallim”, son los que más claramente cumplen con la función de ser mediadores de la misericordia divina. Actúan desde el centro mismo del cosmos, o sea Dios, dirigiéndose hacia las esferas inferiores.

El nombre proviene del hebreo “Himsil” que significa “actuar como gobernante”, pero también cumplen con la misión de vigilar a toda la jerarquía celestial.

Se dice que en su esfera se encuentran las “letras celestiales del Nombre Sagrado”, o sea una transcripción del verdadero nombre de Dios.

Entre los nombres más conocidos de las Dominaciones, se mencionan a: Zadkiel (que significa benevolencia de Dios), Yahriel y Muriel (don divino) y el más conocido Hasmal (también llamado Hashmal o Chasmal, que significa “ángel que habla con pasión”).

EL CORO O ANILLO QUINTO: Virtudes

El coro quinto, cumple tareas muy similares a la de los ángeles custodios.

Estos ángeles también llamados “malakim, dunamis o tarshishim”, son grandes realizadores de milagros divinos.

Las Virtudes son los entes angelicales con mayor contacto con aquellos fieles luchadores en menester del bien, estando siempre a su lado cuando estos los requieren, infundiendo fuerza y coraje, y es por esta razón que se les denomina “ángeles de gracia”.

Su nombre “malakin” proviene del hebreo “mal´ach” que significa ángel, y “tarshish”, también del hebreo, que es un término bíblico empleado en el Antiguo Testamento, para referirse a una tierra mítica y lejana, que podría tratarse de “Tartessos” que habría estado ubicada al sur de la península Ibérica, cuyas primeras referencias aparecen entre el siglo X y IX a. de C. También esta palabra significa “perla Divina”

En la Biblia aparecen en la Ascensión de Cristo, en la que Jesús asciende al cielo escoltado por dos Virtudes.

Las Virtudes estarían gobernadas por los arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, y los ángeles: Tarshish, Bariel y Satanel, antes de que fuera expulsado violentamente del cielo por Miguel.

EL CORO O ANILLO SEXTO: Potestades

Estos ángeles, permanecen en nuestro plano finito de realidad y se encargan de mantener el equilibrio cósmico y las leyes físicas. Por esta razón se los denomina “Custodios de las Fronteras”, ya que vigilan los límites del mundo espiritual con el mundo físico.

Según la tradición, este fue el primer coro de ángeles creado por Dios, y también son llamados “Dinastías, Potencias, Energías o Autoridades”.

Las Potestades son portadoras de la conciencia de la humanidad, también se encargan de asistir a las almas de los seres humanos, tanto en el nacimiento como en la muerte.

Emanan la Tranquilidad y la Serenidad de la Paz Divina.

Dionisio Areopagita atribuye a las potestades el mérito de que los poderes malignos no se hayan alzado con la soberanía del mundo, puesto que ellas son las fuerzas armadas del cielo contra el infierno. Pero su proximidad a los demonios, y por ende, la tentación, entraña también peligros para las mismas Potestades; por ello no es de extrañar que la mayoría de los ángeles caídos procedan de sus filas.

Aquí en este coro es donde se ve claramente esta ambigüedad entre ángeles “buenos o malos”, donde primero fueron santos y luego malditos. Por ejemplo: el ángel Beleth, quién antes fuera un gran príncipe de este coro, comanda ahora 85 legiones de demonios en el infierno; o el ángel Carniveau, transformado ahora en demonio, muy invocado en los aquelarres. También el ángel Uvall (Voval o Uval), convertido en una especie de demonio proxeneta, con aspecto de camello, que proporciona mujeres a sus clientes.

Pero el caso más notable es el de Camael, el príncipe supremo de las Potestades, muy difícil de situarlo de un lado o del otro. Algunos autores lo mencionan como un ángel bondadoso que libera de su envoltura obsoleta a las almas, para que puedan proseguir en su ascenso en la evolución. Mientras que otros nos hablan del regente de 144.000 ángeles de destrucción, castigo, venganza y muerte.

El apóstol San Pablo nos advertía en el Nuevo Testamento en su Epístola a los Romanos (13,1): “Sométanse todos a las Autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios”. Aquí nos explica que si se obra para el mal, las Autoridades o Potestades, harán justicia sobre el pecador y lo castigarán. Sin embargo, en su Epístola a los Efesios, sobre el combate espiritual, nos dice: “Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del mal que están en las alturas” (6,12).

Por lo tanto, el apóstol nos confunde diciendo primero que, debemos temerle a las Potestades, porque nos castigarán si obramos mal, y luego nos dice que en realidad debemos temerle a estos ángeles porque ellos son el mal. Y entonces nos preguntamos: ¿de qué lado están?, ¿en quién podemos confiar? Si estos seres tan cercanos a Dios son tan proclives al mal, ¿qué nos queda para nosotros, los tibios y débiles mortales? Lo que nos queda sin dudas es la ventaja real y única del libre albedrío.

1*) Alba: vestidura o túnica de lienzo blanco, que sacerdotes y diáconos se ponen sobre el hábito y el amito para celebrar los oficios divinos.

Talar: túnica eclesiástica que cubre hasta los talones.

Amito: lienzo fino cuadrado y con una cruz en medio, que el diácono y preste se ponen sobre la espalda y los hombros, para celebrar algunos Oficios divinos.

LA TRÍADA INFERIOR:

Esta tríada es la que más cerca está de los seres humanos, por lo tanto estos ángeles están expuestos al peligro de sufrir posibles ataques y lesiones.

Ellos son los más vulnerables a las seducciones, sobre todo a la de la carne, ya que éstas pueden desviarlos de su camino previsto, y es por esta razón que muchos ángeles perdieron su lugar en el cielo.

En la Edad Media se desarrolló, a través del arte, un lenguaje simbólico propio para representar a esta tríada. Se los podía identificar por sus atuendos militares, muñidos de espadas, armaduras y escudos. Con el paso del tiempo, esta indumentaria propia de guerreros, fue dejando lugar a ropajes más sencillos, con ataduras, y apareció el símbolo cristiano de la pureza y la inocencia: la azucena, planta muy antigua que se le ofrecía, por su extrema blancura, a la Virgen María, pero también se la usaba como protectora contra hechizos, embrujos y magia.

Los seres de esta esfera, trabajan directamente al servicio de la humanidad, ayudándonos en nuestro desarrollo como especie.

Su propósito es recordarnos que, al igual que ellos, somos seres de luz pero viviendo una experiencia física y que no estamos separados de la Divinidad, porque la llevamos dentro de nosotros mismos.

EL CORO O ANILLO SÉPTIMO: Principados

ÁNGEL DEL PRINCIPADO

Las ciudades y los hombres que viven en ellas, se encuentran bajo la protección de estos seres.

También se los llama “Aschaii” (Nota: no he podido encontrar datos que ilustren de donde viene este nombre).

La religión y la totalidad del universo material, también se incluyen dentro de su ámbito de competencias.

Una de sus funciones sería la de ser integradores, ya que guían a la humanidad para que retornen a Dios.

También asisten a los humanos, por ejemplo, en deshacer energías en el plano astral denso, serenar en situaciones extremas, intensificar la energía interna para la contemplación, dar fuerzas para resolver situaciones sin temor, proporcionar serenidad, servicio, sanación y discernimiento.

Malcom Godwin, en concordancia con otros autores, expresa que Nisroch, sería el jefe de los principados. Las fuentes mencionan que este ángel, era un mortal que fue ascendido a la categoría de un dios asirio, adquiriendo la cabeza de un águila; sin embargo entre los ocultistas, se le considera el comandante en jefe del ejército demoníaco.

Otro ángel que siempre se nombra como un superior es Anael, considerado como uno de los siete ángeles de la creación, es el soberano del segundo cielo, y el encargado de todas las oraciones que ascienden desde el primero. Tiene el control de todos los soberanos de la tierra y también de la luna. Es considerado por algunos, como el ángel de la jerarquía celestial, encargado de la sexualidad y la fertilidad.

Entre los Principados, otros ángeles conocidos son Hamiel y Cervill. De Hamiel se dice que condujo al cielo al patriarca Enoc (del hebreo hanok que significa “el iniciado”); también se lo conoce con el nombre de la diosa babilonia Ishtar.

Por otro lado Cervill, está considerado como el príncipe de la fuerza, ya que ayudó a David a vencer a Goliat con la piedra de una honda.

ÁNGEL DEL PRINCIPADO CON RAMO DE AZUCENAS

EL CORO O ANILLO OCTAVO: Arcángeles

Estos ángeles son posiblemente considerados como los más populares, también conocidos como “la cohorte divina”.

El prefijo arc- significa “el principal”, es decir que son principales entre los ángeles y esto puede observarse desde dos puntos de vista: son los ángeles más próximos a los hombres, después de los custodios, y también son los primeros ángeles junto a Dios, considerando su importancia y no su separación espacial con respecto a la luz divina.

En el Apocalipsis, los arcángeles están delante del trono de Dios, y a ellos se les atribuye el papel de mensajeros, que hacen partícipes a los hombres de las revelaciones divinas.

Son los que comandan las legiones celestiales, en la lucha contra las legiones infernales.

No existe unanimidad acerca de cuántos arcángeles hay, ni de quienes componen sus filas, pues esto variará de acuerdo a la cultura y su religión. Por ejemplo, para el islam, sólo hay cuatro arcángeles, pero solo nombra a dos: Gabriel (Jibril) y Miguel. Para cristianos y judíos son siete, siendo los primeros cuatro, los más nombrados: Gabriel, Miguel, Rafael y Uriel. Los tres restantes se seleccionan entre: Remiel, Sariel, Anael, Ragüel, Raziel y el controvertido Metatrón.

El Arcángel Gabriel

Es el mensajero de Dios, ya que anunció el nacimiento de Jesús y de Juan el Bautista, también le dicto el Corán al profeta Mahoma.

También Dios lo envió para explicarle al profeta Daniel, el significado de sus visiones, por esto es un ángel asociado a la clarividencia; se lo asocia también a la muerte, ya que acompaña a las almas de los fallecidos, según el misticismo judío.

ARCÁNGEL GABRIEL CON SU ROPAJE DE MENSAJERO

Gavri-el (la terminación “el” hace alusión a Dios o al ser radiante, etimología en varios idiomas antiguos), en árabe Yibril o Yibra-il; en latín Gabrielus; en griego Gavril; en hebreo significa “fuerza de Dios”, de gabar (fuerza) y El (Dios).

Se le han dado muchos títulos para expresar sus funciones y los atributos de su esencia, como por ejemplo: Ángel de la Anunciación, Ángel de la Revelación, Ángel de la Verdad, De la Pureza, de la Encarnación, de la Resurrección, del Gozo, Portador de Buenas Nuevas, Ángel del Consuelo y Ángel de la Misericordia; aunque también se le llama, en el Judaísmo Príncipe de la Misericordia.

La creencia de la tradición judía dice que, Gabriel se sienta a la izquierda de Dios y es gobernador del Edén.

Según el autor Godwin, la raíz sumeria de la palabra Gabri es GBR que significa gobernador.

Hoy en día se sostiene que es el jefe de los Ángeles de la Guarda, que también es quién dirige a los Ángeles de la pureza, asociación que se hace de él con la Virgen María.

También es llamado “Embajador Jefe ante la Humanidad”, ya que en su rol de Mensajero Divino, es el arcángel más cercano a la Humanidad; y por ser éste un comunicador, se lo considera responsable de gestionar en ciertas relaciones entre humanos y ángeles, humanos y Naturaleza y entre humanos.

Dentro de los principios esotéricos, Gabriel es el arcángel de las emociones, la fecundidad, la creatividad y las artes, como así también de la pureza, el nacimiento, la resurrección, las revelaciones y otros tantos papeles atribuidos por el cristianismo.

Para la tradición judaica es el encargado del tesoro celestial.

Gabriel es presentado en el libro de Enoc, como uno de los cuatro espíritus que están a los lados del trono de Dios, estando Miguel a la derecha y Gabriel a la izquierda.

También en esta tradición se dice que Gabriel es un políglota que enseño en una sola noche a José, las 70 lenguas que se hablaban en la Torre de Babel, logrando así que José, de ser solo un esclavo, pasara a ser alguien importante ante el Faraón.

Algunas fuentes dicen que será Gabriel, quien toque el cuerno para despertar a los muertos el Día del Juicio.

Esta vinculación de Gabriel y la muerte, está dada en que para el judaísmo es el ángel de la muerte sobre los reyes y el que llevó la destrucción a Sodoma y Gomorra.

Pero más que estar vinculado a la muerte, en sí se lo vincula al ciclo vida-muerte-renacimiento, siendo esta la razón por el cual es el Ángel de la Resurrección.

Cuando alguien muere, Gabriel recibe su alma, y la lleva a donde merecerá morar. Una vez que el alma pasó el tiempo establecido en su lugar de mérito, él la preparará para su próxima encarnación. De los nueve meses de gestación, Gabriel dará instrucciones a nivel espiritual, durante los últimos cinco meses que esté en el vientre materno.

Sin embargo no todos son méritos los de Gabriel, según el Talmud, éste fue castigado una vez, por no obedecer una orden exactamente como le fue dada. En consecuencia fue reemplazado por Dobiel, el ángel guardián del Imperio Persa, durante 21 días.

En la Cábala, Gabriel aparece como el ángel del amanecer, ya que al final de la madrugada recibe una “chispa de fuego divino”, que él difundirá cuando los gallos cantan y el poder de los demonios se derrumba.

En el Antiguo Testamento, Gabriel aparece en el Libro de Daniel, como ya mencionamos, donde le explica las visiones que el profeta tuvo, por ejemplo en Daniel 8,15-16 dice: “Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de comprenderla, vi de pronto delante de mí, como una apariencia de hombre, y oí una voz de hombre, sobre el Ulay, que gritaba: -Gabriel explícale a este la visión-”.

También en el Nuevo Testamento, lo menciona Lucas en su Evangelio, donde habla del anuncio a Zacarías que tendrá un hijo, quién sería luego Juan el Bautista; sin embargo éste no lo creyó, y el ángel disgustado le dijo (Lc 1,19-20): “El ángel le respondió: Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena nueva. Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo”.

También en el Evangelio de Mateo, en sueños se le aparece a José el Carpintero, y le dice que debe desposarse con María, luego le avisará que deben huir a Egipto, para evitar la matanza de Herodes. Aunque no lo nombran como Gabriel, sino como “El Ángel del Señor”, cabe suponer que se trata de él, teniendo en cuenta su función de mensajero, además de que él mismo anunció a María la venida de Jesús, en Lucas 1,26-38.

En los círculos místicos y ocultistas, se sugiere que fue Gabriel quién detuvo la mano de Abraham, para que no matara a su hijo, y que también fue él quien quito la piedra que sellaba el sepulcro de Jesucristo.

Gabriel, Miguel y Rafael son los arcángeles que la Iglesia Católica admite oficialmente, ya que son los tres que se nombran en la Biblia, al igual que la Iglesia Ortodoxa y las protestantes.

Los musulmanes le profesan tanto respeto que al mencionar su nombre deben decir “la paz sea con él”, tal como lo hacen cuando mencionan a Mahoma.

El autor Godwin, hace hincapié en un aspecto importante y poco debatido sobre el verdadero aspecto de Gabriel. Éste se refiere a su posible femineidad.

En el Islam, el Sufí Ruzbehan Bagli, tuvo una visión sobre Gabriel con aspecto femenino: “En la primera hilera, vi a Gabriel como una doncella, como la luna en medio de las estrellas. Su cabello era como el de una mujer, porque caía en largas trenzas. Llevaba un traje rojo intercalado con verde… Él es el más bello de los ángeles… su cara es como una rosa roja”; aunque los musulmanes no aceptan esta teoría, ya que Mahoma también tuvo visiones de Gabriel, y nunca lo describió como femenino.

Si bien la Angeología plantea, que los ángeles son andróginos, es notable la posibilidad de que Gabriel sea femenino, no desde el punto de vista biológico sino, desde la predominancia psico-espiritual femenina.

Por otro lado se dice que Gabriel se sienta a la izquierda de Dios, y otro aspecto femenino sería el adoctrinamiento que le da a las almas antes de nacer.

Otros datos adicionales sobre Gabriel dicen: que su día de la semana es el miércoles, día de celebración el 29 de setiembre, su color es blanco, su rayo es blanco, representa al primer chakra.

Este es su sello:

El Arcángel Miguel

En hebreo es Mija-El, que significa “¿Quién como Dios?”, y es el jefe de los ejércitos de Dios, para las religiones judía, islámica, y cristianas como la Iglesia Católica, Ortodoxa, Copta y Anglicana.

SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Él expulsó a Satanás y a sus ángeles rebeldes del paraíso, y es él quien peleará con el Dragón mencionado en el Apocalipsis.

Su función principal es protegernos de las fuerzas demoníacas y de los malos espíritus, y podemos pedirle como dones la valentía y la fuerza de voluntad.

Según la tradición rabínica, fue él quien acompañó al pueblo judío, en su éxodo a través del desierto.

Es considerado como un ángel de protección, que siempre ha sido leal y obediente a Dios.

Es el ángel más importante en el Judaísmo, y en el Islam, es uno de los tres ángeles que se le presentó a Mahoma.

Se lo denomina, de acuerdo a su importancia: “El que guarda las llaves del cielo”, “Jefe de los Arcángeles”, “Príncipe de la Presencia”, “Príncipe Angélico de Israel”, “Guardián de Jacob”, “Ángel de la Zarza Ardiente”, “Ángel del Arrepentimiento, la Rectitud, la Misericordia y la Santificación”.

El Arcángel Miguel, aparece cuatro veces en la Biblia, en los libros de Daniel (Dn 10,13; y Dn 12,1), en la Epístola de San Judas (1,9) y en el Apocalipsis (12,7).

Pero además de los libros citados, en la Biblia, aparecen algunos espacios textuales, denominados por los Padres de la Iglesia, como controversiales, en relación a que, si mencionan o no Miguel. Por ejemplo, se dice que podría ser el Querubín, que estuvo en la puerta del paraíso, para guardar el camino al árbol de la vida (Gen 2,24), también el ángel que se puso en el camino para estorbarle a Balaam (Nm 22,22), y es el ángel que hirió al ejército de Senaquerib (2R 19,35).

Por lo expuesto anteriormente, es comprensible que la tradición cristiana, le asigna al arcángel las siguientes funciones: defender al pueblo de Dios (que serán los judíos en el A.T. y los cristianos en el N.T.), luchar contra Satanás y sus demonios y salvar las almas a la hora de la muerte, del poder del Maligno.

Otras funciones atribuidas por la Iglesia son la de liderar la milicia celestial, ser el guardián de la Iglesia, la de pesar las almas en una balanza perfectamente equilibrada y ser el ángel de la muerte.

En la Edad Media, la Iglesia Católica, nombró al arcángel Miguel, patrono de la misma y de las Órdenes de Caballeros.

Pero como ocurre con otros seres celestiales, existe controversia, con respecto a su rango, por ejemplo los padres Salmerón y Bellarmine, como así también San Basilio, dicen que Miguel era el Príncipe de todos los ángeles, el de mayor rango; mientras que el Padre Buenaventura, expresa que era el Príncipe del Primer Coro Angélico, el de los Serafines; en cambio Santo Tomás dijo que era el Príncipe del último Coro, el de los ángeles.

Lo cierto es que para los judíos, es el “Príncipe de las Naciones”, quien protegió a los israelitas de los egipcios al cruzar el Mar Rojo.

También es nombrado por Enoc como el “Gran Capitán”, encargado de la mejor parte de la Humanidad.

Para el Islam, se dice que ocupa el segundo lugar después de Gabriel, y que mora en el séptimo cielo.

Las virtudes de Miguel son la voluntad de Dios, el bien, la bondad, la fe, el poder, la fuerza, la protección y el equilibrio.

Ante la presencia de demonios, malos espíritus o malas energías, debemos invocar a Miguel para que nos proteja.

Suele representárselo con apariencia marcial, portando una espada o una lanza, lleva un manto, a veces porta una balanza, llaves o cadenas, y también aparece en ocasiones aplastando la cabeza de Satanás. La armadura representa la fortaleza; el escudo el universo y a la protección que es el amor divino; la espada es la luz de la fuerza espiritual; la balanza es la justicia, el equilibrio y el orden; las llaves el poder para abrir las puertas del paraíso; las cadenas el poder que tiene para romper la ataduras que esclavizan al hombre; y el manto la protección a los humanos de los demonios.

Como datos adicionales, se dice que su día es el primer domingo de cada mes a las 10:00hs AM, ya que es cuando su energía está más cerca de la Humanidad; su día es el 8 de mayo. Su color es el azul, y su rayo azul. Representa al quinto chakra.

Este es su sello:

El Arcángel Rafael

Su nombre proviene del hebreo Rapa-El, que significa “Dios sana” o “Dios Él ha sanado” o “¡Sana, Él!” o “Medicina de Dios”. Actualmente la palabra hebrea a “médico” es rofe, conectado con la misma raíz de Rafa-El. En árabe se llama Israfil.

ARCÁNGEL RAFAEL CON EL CADUCEO

Es el médico del cielo, el Arcángel Sanador, de la salud física, emocional, mental y espiritual, también protege a los viajeros, novios y matrimonios.

En el Antiguo Testamento, le proporcionó la receta a Tobías, para curar su ceguera, además de otras curaciones.

Es considerado patrono de los médicos y de los Sanadores Espirituales, también es el Ángel de la Ciencia y protector de la Medicina, Supervisor de los Vientos del Anochecer y Ángel de la Providencia.

Al igual que como hemos visto con los otros arcángeles, hay diferencias a la hora de definir su rango. Para algunos preside el coro de Las Virtudes o Malakim, pero si se concuerda en que es el Jefe de los Ángeles Sanadores, y para los seguidores de Saint Germain, tiene bajo su dominio la llamada “Casa del Crecimiento y la Transformación”.

Se le considera el regente de Júpiter y Mercurio, y se le asigna el punto cardinal Este y el elemento Aire.

En la tradición judía, se cree que entregó a Noé, después del diluvio un importante “libro médico”, y también se afirma que lleva el título de “guía del infierno”, ya que allí la curación es muy necesaria.

Dentro de la Cábala, los ángeles y arcángeles tienen un rol clave en el Árbol de la Vida. Rafael se sitúa en el plano mental creativo (Briah), y entre las emanaciones divinas o Sephiroths, éste se asocia al sexto Sephiroth (Tiphereth), en el cual reside Dios-Hijo, llamado el “Príncipe de la Paz”.

También cuenta la leyenda cabalística, que Rafael, enviado por Dios, entregó a Salomón un anillo mágico que le sirvió para construir el Templo. Esta sortija misteriosa, con una estrella de cinco puntas grabada en un sello, permitió a Salomón luego de un ritual, someter a los demonios invocados para que le ayudasen en la construcción, participando entonces en las Ciencias Ocultas.

En el libro de Enoc aparece como uno de los cuatro espíritus que están junto a Dios, siendo él el responsable de velar por la salud de los hombres y de la Tierra.

En la Biblia como ya mencionamos, aparece en el libro de Tobías, y también aunque no se mencione su nombre, algunos postulan que Rafael aparece en el Evangelio según San Juan (5,1-4) donde sería él quien agitaba el agua de la piscina y le daba poderes curativos.

Esta interpretación es aceptada por la Iglesia Católica.

Para el Islam, Israfil es reconocido como uno de los grandes arcángeles, y se cree que será el responsable de dar la señal en el Día del Juicio Final.

Los dones que podemos pedirle son: capacidad para sanar (los Reikistas pueden incrementar su don con este arcángel), y también protección al enfermar o para los enfermos queridos, protección para viajar, e inspiración para la música, medicina, matemáticas y ciencias en general.

Suele representárselo de acuerdo a la historia de Tobías, con ropa de peregrino, que porta un pescado y tiene un bastón.

El bastón simboliza la voluntad y el apoyo espiritual que le da al hombre en el camino de la existencia, pero también representa la autoridad y el poder espiritual con que Rafael desvía las influencias y energías negativas.

Suele vestir de verde, color que se asocia a la curación, a la salud, la tranquilidad, la salvación, la naturaleza, la esperanza y la regeneración.

El pez representa la vida y el nacimiento, y la vara o caduceo, representa a la kundalini en ascenso de la evolución espiritual, también estas serpientes enroscadas representan a la salud física y psíquica, lo cual alude al equilibrio y armonía como condiciones para la salud.

Como datos adicionales, se dice que su día de la semana es el jueves, su día de celebración el 24 de octubre, su color el verde, su rayo verde y representa al sexto chakra.

Este es su sello:

El Arcángel Uriel

Viene del hebreo Uri-El, que significa “Llama de Dios”, “Luz de Dios” o “Fuego de Dios”.

En los textos apócrifos y cabalísticos, aparece mencionado como: Nuriel, Uryan, Jeremiel, Vretil, Suriel, Auriel, Puruel, Phanuel o Jehoel.

Junto a Rafael, Miguel y Gabriel, fue encargado por Dios para cuidar la Tierra.

Es el Ángel del Arrepentimiento y de la Justicia, pero también es el Ángel de la Paz.

Para la tradición judía, es el que porta las llaves del Infierno, lugar del cual intenta salvar a los humanos, a través del fuego que porta: el poder iluminador de la verdad.

Es uno de los Ángeles de la Presencia, es decir que pueden acceder a la presencia de Dios.

Con certeza, no se sabe si es un Serafín, un Querubín o un Príncipe de las Dominaciones, o las tres a la vez; pero lo cierto es que es el arcángel del arrepentimiento y la retribución, también de la justicia, la paz y la salvación.

ARCÁNGEL URIEL

Tiene la función de ser el “vigilante del mundo”, y algunos atribuyen esta función, a raíz del libro que suele aparecer en sus manos (según imágenes suyas), el cual según una interpretación, representa una lista de los seres humanos, con sus pensamientos, sentimientos y actos, que han efectuado a lo largo de sus vidas, en el cual Uriel verá quienes irán al Infierno, del cual él tiene la llave, pero Uriel no quiere que nadie se condene, por eso concede el don del arrepentimiento a las almas que aún pueden salvarse.

Se lo considera el regente del Sol, y usualmente se lo representa con un sol detrás de la cabeza, que se asocia con la llama que porta, y que representa al fuego espiritual de la verdad, lo cual el sol simboliza la verdadera función de Uriel: despertar la conciencia de los seres humanos a través del “fuego de la verdad”.

En la tradición judía, ha sido nombrado como “quien trae luz a Israel.

En el texto grimorio (texto de Magia), Testamento de Salomón, y en el pseudoepígrafo Apocalipsis de Esdras, Uriel es mencionado instruyendo al profeta Esdras sobre la verdad, pero Uriel le dice a Dios, que desde la limitada perspectiva humana, será muy difícil que Esdras pueda entender la naturaleza real de la pureza-incorruptibilidad.

En otros textos apócrifos también se lo nombra a Uriel, por ejemplo en Leyendas de los Judíos, se dice que él dio un nuevo nombre a Jacob, quien guió a Abraham para salir de Ur, y quien marcó las puertas de las casas de los hebreos con sangre, para evitar al ángel de la muerte, entre las siete plagas de Egipto.

En el Libro de Adán y Eva, lo describe como el Querubín que permanece junto a las puertas del Edén, con una espada flamante, para evitar el acceso al Árbol de la Vida, y también sacó del Edén a Adán y Eva después de que pecaran, generando así otra confusión angeológica, ya que otras fuentes aseguran que estas acciones las realizó el arcángel Jofiel.

En el libro de Enoc, se lo menciona como el “ángel del mundo y del lugar de los muertos” y que está sobre ellos, y por esto es nombrado como el “Ángel del Trueno y del Temor”.

Además dice que advirtió a Noé del diluvio, e intercede ante Dios por la Humanidad, después de la caída de los ángeles y sus hijos nacidos con las mujeres mortales: los Nephilim.

También, como dijimos, se lo conoce como el “Ángel del Arrepentimiento”, por lo cual la moderna angeología afirma que nos ayuda a entender las leyes del Karma.

En el misticismo judío medieval, se le atribuyó el rol del ángel que portaría las llaves del Abismo en el Fin de los Tiempos.

En el antiguo cristianismo, Uriel era venerado junto a los otros tres arcángeles reconocidos, pero el papa Zacarías, en el Concilio del año 745, prohibió el nombre del arcángel Uriel, y ordenó destruir sus imágenes en todas las iglesias de Roma, intentando borrarlo de la Casa de San Pedro.

A pesar de ello, Uriel continuó presente en las mentes de algunos fieles, y todavía pueden encontrarse imágenes suyas, que datan del siglo XVII, en iglesias de Sudamérica.

Los ortodoxos orientales veneran a Uriel como arcángel y lo conmemoran el 8 de noviembre; los anglicanos también lo veneran y lo consideran el “Santo Patrono del Sacramento de la Confirmación. La Iglesia Copta, que conserva la Biblia Septuaginta (contiene el Libro de Enoc, considerado apócrifo por los católicos), siempre veneraron a Uriel.

Este arcángel consta no solo en antiguas revelaciones, sino también en evangelios apócrifos de la Biblia, donde salva a Juan el Bautista de la masacre ordenada por Herodes, lo lleva junto a su madre a Egipto, y años después se reúne con la Sagrada Familia.

En el segundo libro de los Oráculos Sibilinos, Uriel es el ángel que conduce las almas al Juicio Final, donde dice que quebrará los inmensos cerrojos de las puertas del Hades y que llevará especialmente a los titanes, gigantes y los que destruyó el Diluvio, a los que destruyeron las olas del mar y a los devorados por las fieras, las serpientes y las aves.

Este ángel está asociado a la materia, y es el encargado de canalizar las energías de la abundancia, por ello es el encargado de otorgar favores materiales.

Sus virtudes son la paz, la armonía, la justicia, la estabilidad, la claridad mental y la visión de la verdad.

Otorga los dones de paz interior, arrepentimiento y voluntad para enmendarse, ayuda a conectarnos con nuestra voz interior, sabiduría para entender porque las cosas son como son, paciencia, confianza en Dios, control de la ira y el temor, inspiración artística, sobre todo en la poesía.

Se lo representa llevando un libro o pergamino, ya que es el observador divino de los pensamientos, actos y sentimientos de los humanos. Pero según otra interpretación, representa la propia sabiduría de Uriel y su función de intérprete de profecías y juicios.

Sus ropas son anaranjadas, rojas o doradas, y se vinculan con el fuego que porta, en la palma de su mano, llama de la alquimia o transformación interior, y al sol, representando la transformación, la destrucción del mal y la iluminación espiritual.

También se lo ha representado con una espada de fuego, que simboliza el poder para destruir la ignorancia.

Como datos adicionales, su día es el viernes, su color el oro-rubí y naranja, su rayo naranja y representa al tercer chakra.

Este es su sello:

El Arcángel Remiel

Del hebreo Ra-mi-El que significa “Dios alza”, “Rostro de Dios” o “Dios se eleva”. También se lo conoce por el nombre de Jeremiel, Yeremiel o Famul.

También se traduce su nombre como “Trueno de Dios”, “Desconcierto de Dios”, “Amor de Dios” o “Misericordia de Dios”.

Estas denominaciones aluden a su tarea como Ángel de la Esperanza, y es el encargado de cuidar a las almas que aguardan su entrada al Paraíso. Esto es nombrado en el Apocalipsis de Esdras, donde dice que él es quién responde hasta cuando deberán esperar los justos por su recompensa: “hasta que el número de los justos esté completo”.

En el Apocalipsis de Baruc (de origen siríaco), tiene un papel protagónico, presentado como “el ángel que preside las visiones verdaderas”. Y menciona una interpretación mesiánica de una visión de Baruc, donde habla de “las aguas blancas y las aguas negras”, descifrando el sentido de la historia del pecado y la redención y manifestándose como el vencedor sobre Senaquerib (aunque este hecho también se le adjudica al arcángel Miguel).

EL ARCÁNGEL REMIEL

El nombre de Remiel, ha sufrido varias transliteraciones, de nombres provenientes del Libro de Enoc, donde coloca a “Ramiel” entre los “Vigilantes Caídos” (conocidos como hijos de Elohim o los Grigori), podría tratarse de homónimos, aunque en los fragmentos en arameo se leen como “Ramt´el” y Ra´ma´el”.

Esta similitud de nombres, ha sido tomada por algunas versiones como “Ramiel”, haciendo alusión al nombre de uno de los vigilantes caídos, y “Remiel”, para referirse al arcángel.

Pero esta confusión, sigue sin ser aclarada.

El Arcángel Sariel

Su nombre viene del hebreo y significa “Mandamiento de Dios”, y es reconocido por el Judaísmo y el Islamismo como un arcángel.

Es el responsable del destino de los ángeles que transgredan la ley.

También se lo conoce como Suriel, Suriyel, Seraquel, Saraqael, Sarakiel, Serakiel, Sahariel, Seriel, Sauriel, Zerachiel, Surya, Juriel, Esdreel, Ariel, Asaryalyor y Jariel.

En el Libro de Enoc, Sariel es el ángel “encargado de los espíritus de los hombres que pecan”.

En la versión del mismo libro, según fragmentos encontrados en Qumram, Sariel, Miguel, Rafael y Gabriel, “ven la injusticia cometida sobre la tierra” y llevan la causa de los humanos ante Dios.

En este libro se desarrolla ampliamente, la unión de los ángeles caídos con las mujeres terrestres,

Que engendraron a los gigantes (Nefilim), que oprimieron, explotaron y violentaron a la Tierra; relato que por otro lado es apenas mencionado en el Génesis.

En este libro también se lo menciona como responsable de disciplinar a los ángeles transgresores.

En el Segundo Libro de Enoc, Sariel es nombrado como el cuarto ángel, y en algunas versiones aparece con el nombre de Samuil.

En otro libro apócrifo, Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de la Oscuridad, también encontrado en Qumram, cita el nombre de Cyril (posible ortografía de Sariel) que estaría junto a Miguel y Rafael, en el cual Sariel y Miguel son los nombres que deben escribirse en los escudos de los soldados que están en una torre durante maniobras militares.

También es mencionado brevemente en el libro Conflicto de Adán y Eva con Satán, con el nombre de Suriyel, como el guía de Adán y Eva desde la cima de una montaña hasta la Cueva de los Tesoros.

El Talmud dice, que enseñó las normas de higiene al rabino Ishmael ben Elisha. Y con el nombre de Juriel, se lo describe como un “ángel de la cara o presencia divina”.

También se dice que Sariel podría ser considerado como un posible nombre de Metatrón o de Uriel.

En la Universidad de Michigan, se conserva una tablilla babilónica que data del siglo VI a.C. (Seleucia on Tigris) que menciona a Sariel como protector de maldiciones de magia.

En la mitología Sumeria, representaba al “guía”; y en el gnosticismo su nombre es usado en amuletos protectores junto a Ragüel, Uriel y Rafael.

En la astrología se lo asocia con el signo de Aries.

EL ARCÁNGEL SARIEL

Algunos teólogos sostienen que Sariel, al igual que Rafael, tendría la misión de ser sanador; también consideran que fue Sariel el que transmitió a Moisés todo el conocimiento, aunque otras fuentes adjudican esta acción a Zagzagel.

Como dato adicional podemos decir que su color es el amarillo y que representa al cuarto chakra.

El Arcángel Ragüel

Del hebreo Ra-u-el que significa “amigo de Dios” o “deseo de Dios”. También se lo conoce por Raguel, Raguil, Rasuil, Rufael, Suryan, Akrasiel.

Conocido como uno de los siete arcángeles en la tradición judía e islámica.

No es mencionado en las escrituras canónicas de la Biblia por su nombre, pero algunos consideran que se hace referencia a su nombre, por ejemplo en el Génesis (5,24) y en Hebreos (11,5) cuando Enoc, sin morir se va con Dios, se dice que habría sido Ragüel quien lo condujera. Aunque la mayor parte de las referencias bíblicas provendrían del Apocalipsis: es identificado con el ángel del quinto sello (Ap 6,9-11), presenta a los siete ángeles que están delante de Dios (Ap 8,12), se asume que es el quinto ángel que toca la trompeta para abrir el abismo (Ap 9,1), al igual que en el Libro de Enoc,

Y que es el llamado Ángel del Abismo “Abaddón” en hebreo o “Apollyon” en griego (Ap 9,11).

Algunos dicen que más bien es el ángel de la tercera trompeta, ya que hace caer una estrella ardiendo como antorcha, correspondiéndose con el rol que Ragüel cumple en el Libro de Enoc, ya que él es quien muestra a Enoc el fuego que guía a los astros en el cielo. En este libro se lo considera un arcángel.

Ragüel es el arcángel de la justicia, la imparcialidad y la armonía, pero su gran tarea es la de observar a los demás ángeles y velar por que éstos estén trabajando en forma adecuada con los mortales, es decir armoniosa y adecuadamente, según el orden y la divina voluntad. Lleva la cuenta de sus errores y publica el castigo para los ángeles que han transgredido la norma de Dios, manteniendo el cielo limpio y puro, sin corrupción.

Otra tarea de Ragüel, sería la de ejecutar las condenas de los malvados en el Juicio Final, ya sea el diablo y sus caídos (que han sido derrotados por Miguel), como los mortales.

Algunas tradiciones, debido a sus rudas tareas, lo consideran un ángel del frío y no del fuego, que en el Día del Juicio, formará tropas de ángeles de nieve y hielo.

En otras culturas históricas, hay relatos de una figura similar a Ragüel, como Rag, en la cultura babilonia, (algunos lo traducen como Ragumu), también llamado Rig, en sumerio, que significa “hablar” o “discurso, personaje éste con características similares.

EL ARCÁNGEL RAGÜEL

Ragüel al igual que Uriel, en el Concilio del año 745, el papa Zacarías los excluyó del Santoral.

El Arcángel Raziel

Dentro de la cábala se lo conoce como “El guardador de los Secretos” y el “Arcángel de los Misterios”. También se lo conoce como: Raciel, Ratziel, Galizur, Suriel y Saraquel.

Para algunos rabinos, es un Querubín y jefe de los Ofanim o Tronos.

Se lo conoce como el autor del libro “El Séfer Raziel Hamalach” o el “Libro del ángel Raziel”, que contiene las 1.500 claves del universo, todo el conocimiento celestial y terrestre y donde explica las verdades ocultas del universo, escrito con caracteres secretos, que no se le ha permitido descifrar ni a los ángeles.

Raziel, les entregó a Adán y Eva este libro, después de que fueran expulsados del paraíso, por comer de la fruta del árbol del conocimiento del y del bien y del mal, para que pudieran encontrar el camino a su hogar y comprender mejor a Dios.

Entonces, los ángeles que estaban subordinados a Raziel, se indignaron por la acción de su jefe y les robaron el libro, arrojándolo al océano.

El demonio de las profundidades Rahab, lo recuperó y se lo devolvió a la pareja humana.

De ellos pasó a su hijo Enoc, quien luego se transformaría en Metatrón, y él le agregó textos al libro original. Éste se lo entregó al Arcángel Rafael, quien lo devolvió a la Tierra, y se lo entregó a Noé, del cual obtuvo las instrucciones para construir el Arca. Luego pasó a Salomón, del cual aprendió sus extraños conocimientos; y desde entonces el libro estaría desaparecido.

EL ARCÁNGEL RAZIEL

Raziel también explica en su libro, que él es el ángel de la magia, y enseña a los hombres, el conocimiento de la astrología, la adivinación y los amuletos; por eso hoy en día es el ángel Patrono de los Alquimistas, Clarividentes y Magos.

En el Árbol de la Vida preside la Sephira segunda, Chokmah, que significa “sabiduría”. Es el que ordena el caos y la confusión.

Como él opera en el conocimiento del universo, le da al hombre correcto y honesto, las revelaciones sin la necesidad de estudios, enseñándole la sabiduría, que conduce al conocimiento de la verdad.

Al Arcángel Raziel se lo representa como un ángel de alas azules, aura dorada brillante alrededor de su cabeza y ropajes azules.

El Arcángel Metatrón

Se dice que es el más poderoso de los arcángeles, por eso lleva el título de “Pequeño Yahvé”.

Para la mitología judía, fue el primer ser creado por Dios, para la creencia general, fue el patriarca Enoc, que luego fue transformado en ángel por Dios.

Este ángel surgió de los textos cabalísticos medievales, y no es aceptado ni reconocido, por el catolicismo, ni por los movimientos protestantes, ya que nunca aparece explícitamente ni en el Antiguo ni Nuevo Testamento, aunque se cree que es mencionado en el Éxodo y Números. Sí es nombrado en el Libro de Enoc.

Pero éste, es un ser del que mucho se ha hablado, y algunas versiones son totalmente contrapuestas, por ejemplo, hay quienes dicen que es el segundo ser más importante del cielo, después de Dios, y que se sienta a la izquierda del Padre (Cristo está a la derecha), mientras que otros sostienen que es el mismo Satanás, el Adversario.

Otras teorías dicen que fue humano, más precisamente el profeta Enoc, mientras que otros opinan que nunca fue humano, y que es el más antiguo de los arcángeles, etcétera.

Lo cierto es que este ángel, ha estado envuelto en todo tipo de debate esotérico, y no cabe dudas de que es una figura fundamental dentro del misticismo y el ocultismo, que ha sobrevivido al paso de los siglos, y que hoy en día, ha sido rescatado por el movimiento de la Nueva Era.

EL ARCÁNGEL METATRÓN

El nombre Metatrón, no tiene una etimología precisa, por lo tanto no se ha podido explicar de dónde proviene.

Algunos creen que deriva del hebreo y que significaría “Guardián de la Entrada”, otros que deviene del griego y expresaría “Aquel detrás del Trono”.

También se lo vincula a los términos latinos metator, que significa “Mensajero”, y mitator, “Explorador de las Legiones”, aunque no es posible explicar, como estos términos derivaron hacia Metatrón, ya que no hay palabra hebrea con la que se corresponda.

Este nombre tiene muchas variaciones: Methraton, Meetatron, Metrator, Merattron, y muchos más. Hasta que el teólogo sueco Hugo Odeberg, propuso una aguda hipótesis, que postulaba que Metatrón podría ser la metonimia (*) de una frase judía que significaría “El pequeño YHVH” (Yahvé o Jehová), ya que este era uno de los títulos del arcángel.

No existe una imagen precisa, de cómo es su forma, se dice que cuando Dios trasformó al profeta Enoc, lo convirtió en un ser de 72 alas y 365.000 ojos, lo cual se entiende desde un carácter simbólico. Metatrón sería un Serafín, que tienen 3 pares de alas, mientras que Metatrón tiene 36, al multiplicar 3 por 12 (12 son las Tribus de Israel), y a su vez, 36 por 2 da 72, que es el número de nombres divinos según la numerología cabalística. El 72 deriva de “YHVH”, o nombre divino conocido como el “Tetragramaton”, de modo que el 72, representaría a Dios, y resulta pertinente, teniendo en cuenta que a Metatrón se lo denomina “Pequeño Yahvé”.

Por otro lado, Metatrón tiene la función de ser ángel escriba, y detenta los secretos cósmicos, por eso se dice que posee una enorme sabiduría, y esto se ve simbolizado en el hecho de tener 365.000 ojos, ya que el ojo simboliza a la conciencia, y puede interpretarse como una gran clarividencia, capaz de ver en todos los tiempos por venir.

Es el escriba divino, el que custodia los importantes y numerosos secretos sobre la creación, e incluso se cree, que conocería el día del Juicio Final.

Él lleva los registros de las acciones humanas, las individuales y las sociales, por lo tanto, determina quiénes estarían en la “Lista de la Vida”, los que aspiran a vida eterna y a la salvación.

Por esta razón, se cuenta que tendría el privilegio de sentarse en presencia de Dios (mientras los demás permanecen parados) y a su izquierda.

Para las creencias de la Nueva Era, Metatrón es el guardián de los Registros Akáshicos.

En el Zohar, libro cabalístico, es el ángel que guió al pueblo de Israel, por el medio del desierto, hacia la tierra prometida, por ello se cree, que guía a los niños, tanto en la Tierra, como en el Cielo, y se lo considera el ángel Patrón de los niños.

Para la Nueva Era, ayuda especialmente a los “niños índigo y cristal”, para que puedan superar los obstáculos de su evolución espiritual.

La Angeología, lo asocia a Gabriel y a Samael, en sus roles de Ángeles de la Muerte, por ello Metatrón, los supervisaría, cuando éstos ayudan a las almas de los humanos, en el proceso de la muerte, cuando pasan del plano físico al plano espiritual.

También se le atribuye la función de dirigir la ascensión y activación del cuerpo de luz en el ser humano.

En algunos textos contemporáneos, aparece como el comandante de las milicias celestiales, mientras que para judíos y cristianos es Miguel, y también como el líder de los ángeles de la muerte. Estos roles se basarían en los textos del Libro de Enoc:…“Éste es Metatrón, mi siervo, al que he colocado como príncipe y soberano sobre todos los príncipes de mi reino y sobre todos los hijos del cielo, a excepción de los ocho grandes príncipes, los honorables y temibles, que son llamados Jehová, por el nombre de su rey”.

Este ángel conforma un puente entre Dios y la Humanidad, se dice que el arcángel Uriel forma el primer extremo del puente entre lo humano y lo divino, representando a la esfera de lo material, mientras que Metatrón forma el otro extremo del puente, el del espíritu, siendo de ese modo el protector del umbral que media entre el reino de la formas (presente en la materia) y el reino trascendental y espiritual de la no-forma.

A Metatrón le corresponde, por lo dicho anteriormente, la Sephira Keter o Corona, la más elevada de todas las esferas del Árbol Cabalístico de la Vida.

Como dijimos, Metatrón es un ángel muchas veces visto como severo, en incluso como el mismo Satanás, pero ¿de dónde vino esta idea?; parece ser que de los cabalistas medievales.

Éstos deseaban preservar la imagen de un Dios misericordioso, pero también la verdad de los textos revelados, entonces: ¿quién ahogó a los egipcios al cerrarse las aguas tras pasar el “pueblo elegido”?, ¿quién detuvo la mano de Abraham cuando iba a matar a Isaac?, ¿quién calcinó a Sodoma y Gomorra? y ¿quién guió a los judíos bélicamente contra sus enemigos, al punto de ser llamado “Dios de los ejércitos”? Pues sí, Metatrón, el “Pequeño Yahvé”, el ángel llamado como su creador, coronado e investido de gloria al igual que su creador, y por lo tanto confundible con el mismo.

Y al atribuírsele estas atroces tareas, es que comenzó a sospecharse de que él mismo era Satanás, otras razones fueron: que se sentaba a la izquierda de Dios, simbolizando la izquierda el camino de Satán; que creó la materia (según algunas teorías) y para muchos gnósticos, la materia se identificaba con el mal, mientras que el espíritu con el bien; a partir de que Satán tentó a Eva con el fruto el conocimiento, y que Metatrón es considerado el ángel que entrega conocimientos ocultos a los hombres, secretos cabalísticos, Geometría Sagrada etc; y lo más importante es que es un ángel que estaba en presencia de Dios, y llamado “Príncipe de Príncipes”, al igual que el relato bíblico de Ezequiel, sobre el Querubín que viene a ser Lucifer.

Lo cierto es que ninguna teoría puede probarse fehacientemente, y el misterio sigue rodeando al gran Metatrón.

Como dijimos anteriormente, este arcángel, le entregó a los hombres los secretos de la Geometría Sagrada, y con ella el llamado “Cubo de Metatrón”, creado a partir de la energía de su propia alma.

Este cubo se obtiene de tomar al llamado “Fruto de la Vida”, figura sagrada compuesta por 13 circunferencias tangentes y congruentes, construidas a partir de un hexágono regular. Así uniendo los centros de cada circunferencia, se genera el Cubo de Metatrón, compuesto por 78 líneas.

Los esoteristas, creen que el cubo funciona como una especie de acelerador cuántico, en el cual se despiertan leyes eléctricas de dimensiones superiores y por tanto procesos de transmutación y sanación.

CUBO DE METATRÓN

En lo descripto anteriormente, referimos la visión más aceptada del ángel, sin embargo hay referencias sobre un Metatrón primordial, el hijo de la Shekinah, que según el Zohar, la Shekinah se refiere a la “Novia de Dios”, convirtiendo a Metatrón en el hijo de Dios y la Shekinah.

El término “novia”, sería figurativo, ya que en la tradición cabalística, esta Novia de Dios, representa al aspecto femenino de la Divinidad, la “Presencia”, la también llamada “Divina Princesa”, como la “Madre Cósmica” de los hinduistas; lo que sería en realidad un aspecto de Dios mismo. Lo cual Metatrón sería el fruto de la interacción creativa entre los aspectos femenino y masculino de Dios, y a la vez, su hijo y primer ser creado.

Como dato adicional, vemos que su color es el blanco nacarado y el dorado, su rayo es blanco y representa al séptimo chakra.

Este es su sello:

El autor Godwin, y para terminar con los arcángeles, nos habla de los Esenios, hermandad que vivió en los tiempos de Moisés, y cuya creencia se centraba en el “Árbol de la Vida”, que tenía 7 ramas que llegaban al cielo, 7 raíces que se hundían en la tierra, y en el centro se ubicaba el hombre, suspendido entre el cielo y la tierra. Esto se relaciona con las siete mañanas y las siete noches de la semana y corresponde a los siete arcángeles reconocidos por los cristianos.

ARBOL DE LA CABALA

CORRESPONDENCIA CON LOS ARCÁNGELES

(*) METONIMIA: (del griego “recibir un nuevo nombre”) figura retórica relacionada con la metáfora que consiste en designar una cosa o idea con el nombre de otra, basándose en la relación de proximidad existente entre el objeto real y el objeto representado. Ejemplos: El balón se introduce “en la red” (se refiere al arco). “La mejor pluma” de la literatura universal es Cervantes (se refiere a que es el mejor escritor).

EL CORO O ANILLO NOVENO: Ángeles

Como ya vimos la palabra ángel, procede del latín angelus, que a su vez deriva del griego ángelos, que significa “mensajero”. La palabra hebrea más parecida es mal´ach, que tiene el mismo significado.

El término ángel se usa en la Biblia también, para las siguientes tres palabras: abbir (“poderoso” o “fuerte”) en el Libro de los Salmos (78,25); Elohim (“Dioses” o plural mayestático de Dios) y shin´an también en Salmos.

Cristianismo, Judaísmo e Islam, creen en la existencia de ángeles, en lengua árabe reciben el nombre de malak, de la misma raíz que el hebreo.

En sánscrito, el término es angeres, referido a un espíritu celestial, y en persa el nombre es angaros, que puede traducirse como “mensajero”.

Las tres grandes religiones consideran que son seres creados de luz y dedicados totalmente al servicio de Dios, que realizan tareas determinadas, por mandato divino, como introducir almas en los neonatos, recoger las almas de los muertos, registrar los hechos de la vida o fundamentalmente ser los mensajeros divinos.

Estos mensajeros pertenecen a la orden más baja, por lo tanto son los más cercanos a los humanos y los más reconocidos.

Se los suele representar como soldados, vistiendo ligeras túnicas, llevando velas o palmas de triunfo.

Como nos remarca Godwin, la fuente que nos proporciona conocimiento sobre los nombres y funciones de los ángeles, proviene de los libros de Enoc, que como ya dijimos fueron considerados apócrifos.

Este patriarca habla de la existencia de 301.655.722 ángeles; para el siglo XIII el obispo de Tusculum, antigua ciudad romana, contabiliza 400.000.000 se seres angélicos. Algunas fuentes hebreas antiguas, afirman que con cada hálito divino se crea un nuevo ángel, por lo tanto eran sustanciales y materiales, sin embargo la Iglesia Católica considera que todos los ángeles son seres inmateriales.

Dentro de las huestes angélicas se encuentran los auxiliadores, que se cree custodiaban a las 70 naciones surgidas de los descendientes de Noé, y que aparentemente eran liderados por Miguel.

Dentro de ésta clase, se encuentran los Guardianes, encabezados por Miguel, Rafael, Gabriel y Uriel.

La misión de éstos es la de custodiar las naciones, estados y ciudades. Y esta proximidad a los humanos, es lo que los hace vulnerables a la corruptibilidad propia de los hombres. Por ejemplo, Rahab (Príncipe del Mar Primordial, la Violencia), fue el custodio de Egipto, Samael (Príncipe de las Tinieblas, el Adversario) fue el guardián de Roma, Dubiel (la deidad Oso), fue el custodio de Persia; todos ellos cayeron presa de la corrupción, al igual que el resto de los 70 custodios, quedando solo Miguel en estado incorrupto, que por otro lado custodiaba al Pueblo Elegido de Dios.

Pero a pesar de ello, tato judíos como cristianos, creen que al nacer nos asignan ángeles custodios, el Talmud habla de once mil para cada uno, los cristianos hablan de dos, otros dicen cuatro, lo cierto es que ellos velarán por nosotros, guiándonos hacia la verdad.

Ahora bien, se dice que existió un décimo Coro de Ángeles, el de los caídos, y para cierta opinión teológica, Dios extinguió este coro de ángeles en el Diluvio Universal, sin embargo hasta el siglo XIII, este coro ni siquiera existía.

La Iglesia Católica, se enfrentó con el problema de que éstos, mencionados en el Génesis (6,1), serían ángeles con apetito carnal, ya que tomaron a las “hijas de los hombres” y tuvieron hijos, pero oficialmente los ángeles eran asexuados. Entonces el obispo de Paris, anunció la existencia de este coro, con ángeles dotados de sexo, especialmente masculino.

En el Antiguo Testamento, aparece la expresión hebrea benej ha´elohim “hijos de Dios”, aunque originalmente significa “los que vigilan” o “los que nunca duermen”.

De este coro, que guarda muchas similitudes con los humanos, proceden los primeros ángeles que se unieron a Satanael, que era el líder de un grupo de vigilantes, que fueron los primeros en desobedecer a Dios, y en castigo, fueron confinados a una zona sulfurosa del quinto cielo.

Estos Grigori tenían ojos dorados y un porte gigantesco, por eso fueron destinados a la misión de vigilar, aunque también ayudaron a los arcángeles en la creación del Paraíso.

Enoc habla en su libro de 200 Grigori que bajaron del monte Hermón (en la frontera sirio-libanesa) para vigilar a los hombres en el Paraíso.

Esta cercanía a los humanos, con su carácter sexual y su incapacidad para resistirse a las tentaciones, los habría llevado a entregarse al placer de la carne. Y según fuentes antiguas, el noventa por ciento de ellos sucumbió al placer de satisfacer sus deseos. Muchos de ellos, llegaron a convivir con las humanas, en cercanías de Edén, y engendraron hijos con ellas.

Un rabino del siglo XIII, responsabilizó a las mujeres, de haber tentado a los Grigori, ya que las acusaba de “merodear y mostrar su desnudez, llevando sus ojos pintados con antimonio como las prostitutas”.

Pero la integración de los Grigori con los humanos, no solo fue a nivel sexual, ellos revelaron secretos celestiales a los hombres, como las matemáticas, la astronomía, la técnica y la cultura. También la fabricación de armas de metal y la elaboración de perfumes.

Esta progenie entre los “hijos de Dios” y las “hijas de los hombres”, recibe el nombre de Nephilim (del hebreo nephil que significa “criatura deforme”), nombrados en el Génesis (6,4).

Estos Nephilim eran hombres gigantes y violentos, que Enoc refiere que aterrorizaban a los hombres, ya que los esclavizaban y hasta se los comían. También se les atribuye la construcción de la Torre de Babel, destruida por el Diluvio.

El Diluvio, también exterminó a la mayor parte de los Nephilim, al igual que los Grigori, aunque algunos pudieron salvarse o pasar al infierno.

Los Grigori más conocidos son: Shemjaza, Arakiba, Ramiel, Kokabiel, Tamiel, Ramial, Tamiel, Asael, Armaros, Batanel, Ananel, Zadkiel, Daniel, Ezequiel, Bariqijael, Samsapiel, Turiel, Jomjael y Sariel.

Lo cierto, que de la hueste angelical leal al Todopoderoso, una parte importante se rebelaron, y se convirtieron en los Ángeles del Infierno.

CONCLUSIÓN:

Como dijimos en un principio, los ángeles nos han fascinado durante siglos, y cuando parece que su misterio está por develarse, otra teoría aparece, echando un nuevo manto de confusión sobre el tema.

Lo cierto es que estos seres, ahora recogidos por las creencias de la Nueva Era, como nuestros guías espirituales, siguen vigentes y muy presentes en nuestras vidas, a través de nuestras oraciones, invocándolos para que nos protejan o nos asistan en alguna sanación; siempre como intermediarios entre nosotros y el Todopoderoso, esperando siempre que nos traigan las “buenas nuevas”, mensajes esperanzadores sobre un mundo mejor.