Hierbas Aromáticas y Medicinales (Parte 1)

14.04.2013 11:00

 

Hierbas Aromáticas y Medicinales

(Parte 1)

Autor: Instructor en Yoga: Ruben Gattero

 

 

La cultura de la humanidad basó su sistema curativo en el uso de minerales, substancias animales y, principalmente, vegetales.

Los documentos más antiguos que relatan y prueban el uso medicinal de hierbas tienen unos 5.000 años de antigüedad y provienen de la India, de la misma cultura que creo y posteriormente legó los sistemas Samkhya, Yoga y Tantra. Aquellos escritos pertenecen a la medicina ayurvédica (ayur: vida, veda: conocimiento).

Ayurvédica considera que la enfermedad es producto del desequilibrio y el uso de hierbas es muy común en su prevención o tratamiento. Al subcontinente indio se debe el conocimiento y utilización de  nuez moscada, melisa, azafrán, coriandro, rosa, hinojo y sándalo.

Papiros egipcios considerados de 1.700 A.C. enumeran plantas comunes y reconocen el valor medicinal de enebro y ajo.

Con todo ha sido la medicina china la que más extendió el conocimiento sobre el poder curativo de las plantas. Sus herbarios clasifican más de 5.000 especies. Hasta el siglo XIX, cuando los hospitales de las misiones introdujeron la medicina occidental, todo el arte de curar chino se basaba en el consumo de hierbas, la acupuntura y el masaje especializado.

La medicina tradicional, desarrollada especialmente por el taoísmo, sobrevivió a la influencia del hombre blanco y en l960 se la convirtió en sistema médico nacional. Los dispensarios de hierbas y sus productos derivados necesitaron cambiar muy poco a lo largo de los siglos para sustentar la salud de la nación más poblada de la tierra.

La medicina occidental no evade el origen común. En tiempos de Hipócrates (486 AC) los médicos griegos de su escuela recomendaban el uso de violeta, diente de león, lampazo, tomillo, hisopo, albahaca, perejil, escrofularia, entre otras hierbas medicinales.

En el siglo II de la era cristina, Galeno, médico de la corte del emperador romano Marco Aurelio, reformuló la tradición griega, que había sido distorsionada por el paso del tiempo, volviendo a tomar el criterio hipocrático de curar restableciendo la salud del cuerpo mediante el consumo equilibrado de alimentos e hierbas, el ejercicio físico abundante y respirar aire puro.

En la Edad Media el saber sobre plantas se refugió en los monasterios. Allí se cultivaban y con ellas se atendía a los residentes enfermos.

En el siglo XVII se comenzó a aislar en laboratorio los componentes activos de cada planta para emplearlos como drogas específicas en dosis muy potentes. Se fueron aislando del digital, la digitoxina, droga eficaz para trastornos cardíacos, de la quina, la quinina, de la belladona, atropina, etc.

Actualmente conocemos miles de medicamentos que aíslan o reproducen sintéticamente los principios activos de las plantas utilizadas por las medicinas naturales tradicionales. Ejemplo de ese proceso, la síntesis artificial de la salicina, componente natural de la corteza del sauce. Como ácido acetilsalicílico (aspirina) es el medicamento más difundido en el mundo. Durante siglos se habían bebido infusiones y decocciones de sauce para aliviar dolores articulares y de cabeza.

 

CUANDO LO ANTIGUO DEVIENE ACTUAL

Las bondades de la naturaleza protegieron al hombre durante milenios. Su conocimiento constituye un tesoro de la humanidad.

Hoy –como ya sucedió en otros momentos de la evolución- se percibe que buena parte de la práctica médica se ha tornado mecanicista, urgente, ocupada en eliminar los síntomas y alejada de la búsqueda del equilibrio, requisito considerado fundamental para la buena salud por las grandes culturas del pasado.

Sin negar si abandonar los beneficios del desarrollo técnico de la medicina y la farmacopea, y como complemento de ello, cada vez son más los médicos y laboratorios que estudian y emplean el poder curativo de las plantas, las flores y los alimentos vegetales.

Este proceso queda demostrado por el auge de las medicinas ayurvédica (India) y taoísta (China), de la homeopatía, de la aromaterapia basada en el uso de aceites esenciales, plantas para inhalaciones, baños, masajes, etc., el auge de las flores de Bach, método que utiliza treinta y ocho esencias naturales extraídas de diversas flores, del vegetarianismo, de la macrobiótica, la medicina antroposófica, la medicina homeopática, la medicina ortomolecular, etc.

Debemos tener en cuenta que dos tercios de la población mundial sólo tienen acceso a la medicina natural para el tratamiento de sus enfermedades.

En esta monografía recomendamos sólo el consumo de las hierbas en infusión (té) por resultar la forma más fácil de prepararlas y porque su consumo con las dosificaciones que se explicitan abajo jamás resultan tóxicas. En un próximo trabajo daremos fórmulas para realizar otros preparados.

En algunas farmacias y comercios naturistas se pueden encontrar las hierbas preparadas para su ingestión como tinturas, cremas, jarabes, ungüentos y cápsulas preparados con hierbas. Su consumo y dosificación deben estar prescriptos y supervisados por expertos.

Si bien la venta de hierbas aromáticas y medicinales se ha generalizado y en cualquier ciudad pueden encontrarse comercios dedicados al tema, considero que lo ideal es producir las que utilizaremos con más frecuencia. Es la mejor manera de asegurar que no hayan sido adulteradas y que estén libres de agro tóxicos (fertilizantes e insecticidas químicos y artificiales). Su cultivo puede hacerse en cualquier jardín e incluso en macetas. Es conveniente recurrir a los fertilizantes orgánicos.

En caso de fertilizar la tierra con estiércol animal (equino, vacuno, avícola, etc.) debe mezclarse con la tierra de un año para el otro, nunca agregarlo inmediatamente antes de plantar, ya que los gases que liberan elevan la temperatura del suelo y se corre el riesgo de quemar las raíces. Debe evitarse el uso de abono proveniente de animales que hayan recibido alimento balanceado.

Es recomendable preparar el compuesto fértil mezclando tierra humus con hojas y estiércol y dejarlos ligarle durante un año para después agregarlo al suelo destinado para huerta.

De no poder hacerlo recordamos que los comercios destinados a la venta de plantas y los viveros ofrecen tierra mejorada.

Cuando una plaga (insectos, hongos, etc.) ataca alguna o varias de las plantas no debemos usar venenos que puedan ser nocivos al organismo humano. En este caso lo recomendable es cortar la planta afectada a ras del piso y esperar que termine el ciclo de vida del insecto para que brote nuevamente o, directamente, eliminarla de raíz para evitar contagios.

 

RECOLECCION, SECADO Y CONSERVACION

Acerca de la recolección debemos decir que cada especie guarda su particularidad y esta depende de la parte de la planta que usaremos. Por lo general las aromáticas se recogen cuando se encuentran en floración o inmediatamente después de esta. Sobre la hora del día en que conviene hacerlo es pertinente citar un párrafo del libro “La Medicina Tradicional del Noroeste Argentino” de Armando M. Perez De Nucci ya que  rescata conocimientos empíricos y aspectos mágicos de una tradición milenaria de nuestra región planetaria: “la recolección se debe efectuar, en lo posible, en días soleados, evitando la madrugada y el atardecer. Esto respondería al hecho de que el sol mata parásitos y hongos de las plantas por un lado, y por otro que existen en el día “malas horas para recoger, malas horas para enfermar y malos días en la semana para curar”.

Se recogen las flores jóvenes y las hojas antes de la floración, en la creencia que en esta las sustancias curativas pasan a la flor y de allí al aire, perdiendo la planta su eficacia. Los frutos y las semillas se deben recoger en su justo punto de maduración y nunca caídas al suelo, ya que allí perderían poder. La corteza en tiempos de lluvia y de retoños fuertes, los bulbos y tubérculos después de la floración y las raíces antes de ella, cuando se suponen tienen todo el vigor para alimentar la planta.

Secar las hierbas es un método natural de conservación que previene a fermentación e impide la reproducción de bacterias y hongos. El secado reduce radicalmente la humedad pero no debe ser total debiendo conservarse el 10 % de esta.

Es preferible hacerlo en un cuarto bien aireado pero con las ventanas oscurecidas para evitar que la luz destruya el color del vegetal, que debe quedar más suave que el original. Los mejores resultados se obtienen a una temperatura que fluctúe entre los 20 º y 30 º C.

El tiempo de secado varía según la especie a tratar y depende de la cantidad de agua que contiene la planta, la temperatura de secado y el grado de humedad ambiente. Las hojas secas deben conservar algo de humedad y resultar quebradizas al tacto.

En plantas de hojas grandes se las debe separar del tallo y colocarlas a secar a la sombra sobre una grilla, bandeja o papel. Diariamente y hasta el secado definitivo se las debe remover para lograr un resultado parejo. Las de hojas pequeñas se secan con el tallo, formando un ramo o atado, que debe colgar en una pieza seca y oscura. Los ramos no deben ser muy tupidos para facilitar el secado uniforme.

A diferencia de las partes aéreas, que deben evitar la exposición al sol y la luz directa, las raíces, una vez lavadas, deben cortarse en rebanadas o tiras y luego secarse al sol. Se las debe proteger de  lluvias y rocío que retrasan el proceso.

En condiciones ambientes desfavorables el secado puede realizarse en un horno.

En este caso se recomienda envolver las plantas a secar en una tela de algodón liviano y sumergirlas durante un minuto en agua hirviendo.

Desenvueltas de inmediato se las coloca sobre la grilla o parrilla del horno. Se recomienda una temperatura de entre 40º y 55º C. El horno debe permanecer con la puerta abierta. Este secado dura aproximadamente una hora. Para conservar las hierbas se las debe cortar en trozos pequeños y luego envasarlas en bolsas de papel madera sin apretarlas demasiado. Deben evitarse las bolsas de nylon o polietileno que, al impedir la ventilación, facilitan la formación de mohos.

Tampoco es conveniente el uso de frascos herméticos. De recurrir a este método, no usar recipientes transparentes para evitar que la luz destruya el color y el aroma de la hierba.

Resulta importante rotular el envase con el nombre de la hierba y la fecha de recolección. Las propiedades medicinales de los vegetales se conservan durante un año. Tras ese período no existe riesgo al ingerirlas pero su resultado será mínimo o inocuo.

Las plantas de hojas grandes o carnosas como la menta, la melisa, el hinojo, la ciboulette, etc. también pueden conservarse por congelamiento. De recurrir a este método deben ser tratadas por separado para no mezclar aromas y sabores.

El primer paso para congelar es lavar y secar bien las hojas que desean conservarse congeladas. Luego hay que envolverlas en una tela liviana de algodón (tipo gasa) para sumergirlas en agua hirviendo. La tela les permite conservar el color y el sabor.

Las hojas no deben permanecer más de un minuto sumergidas en el agua bullente y de inmediato deben ser sumergidas en agua bien fría (0º C).

En el agua fría también deben permanecer sólo un minuto. Al terminar este último baño se las retira de la tela, se las seca bien y se guardan en una bolsa plástica, cuidando que no quede aire, pues fermentarían.

Esta bolsa debe ir al lugar más frío de nuestra heladera (congelador o freezer). Para utilizarlas conviene descongelarlas lentamente.

 

Dosificación

Una manera simple de obtener la medida apropiada de hierba para la preparación de infusiones es tener en cuenta el tamaño de la mano de la persona que lo va a ingerir.

Lo que entre en un puño sin comprimir en exceso estará bien. Un chico de 10 años carga unos 10 gramos de hojas, una mujer adulta unos 30 gramos y un hombre algo más de 40 grs. Esa cantidad servirá para preparar infusión con un litro de agua. Para solo una taza (200 centímetros cúbicos de líquido) se utilizara una pulgarada (la cantidad de yuyo que se puede tomar entre los dedos pulgar e índice de una mano adulta).

Se debe tener en cuenta que las dosis dependen del poder y el uso de cada hierba.

En líneas generales podemos resumir que una pulgarada contiene de 1 a 2 grs., una cucharita de café al ras 5 grs., una cuchara de postre 10 grs., una cuchara sopera 15 grs., una presa (la cantidad que se puede tomar entre el pulgar y los cuatro dedos restantes) 8 grs., un puñado de 20 a 40 grs. y una taza completa de 50 a 80 grs.

Estas cantidades se refieren a hierba seca. En caso de no disponer de ellas y deber utilizar hierbas frescas hay que duplicar las cantidades. La razón es que estando frescas las hierbas contienen una gran cantidad de agua que evapora al secarlas.  

 

Horarios para tomarlas

Las plantas e hierbas utilizadas para problemas óseos y articulares y para tratar trastornos en garganta, corazón, tórax, pulmones, cerebro y órganos de los sentidos deben tomarse aproximadamente una hora después de las comidas.

Cuando lo que tratamos son afecciones de tendones y músculos de piernas y brazos y trastornos de aparato genital, urinarios, digestivos, intestinos, vejiga y riñones corresponde tomarlas una media hora antes de las comidas.

A continuación describo un grupo de hierbas de conocimiento generalizado y que, en su mayoría, se encuentran en casa ya que son habitualmente utilizadas para sazonar y aromatizar alimentos.

 

Diente de León

(Taraxacum officinale)

 

Utilizada por los chinos desde el siglo VII y los europeos desde el siglo XIV, esta hierba es considerada en la actualidad como la más eficaz para eliminar líquidos y desintoxicar el cuerpo.

Mide entre 10 y 50 centímetros. Y su nombre se debe a que las hojas son alargadas y dentadas. También se lo conoce como cardillo o amargón.

La raíz es larga y libera una sustancia blanca (látex). Se la debe desenterrar en otoño o primavera. Florece entre octubre y abril. Su flor es amarilla en forma de botón que se eleva sobre un tallo frágil. Es en ese momento (primavera y verano) que debe cosechan raíces, flores y semillas, aunque las hojas pueden cosecharse y utilizar en cualquier época del año. En Occidente se utiliza solo la raíz y las hojas, mientras los chinos utilizan también la flor y la semilla.

Cultivado pierde su eficacia pero resulta muy fácil encontrarlo en estado silvestre.

Indicaciones para su uso. En cocina resulta conveniente como elemento limpiador. Conviene agregar sus hojas a cualquier ensalada, especialmente en invierno.

Las partes aéreas se conservan luego de lavarlas y secarlas a la sombra. Como medicina se usan sus hojas, flor y semilla contra la retención de líquidos y los problemas urinarios. Es un diurético natural que no produce pérdida de potasio, problema que conlleva el consumo de diuréticos sintéticos. Por el contrario el diente de león aporta ese mineral. La raíz, luego de cosechada, se lava bien, se corta en fetas y se la pone a secar al sol. Se usa como estimulante en los trastornos del hígado y el estreñimiento. También se la considera antirreumática. Se deben colocar varias raíces en agua fría y hacerlas hervir a fuego lento durante una hora y beber ese cocimiento en el día de su preparado. Se recomienda una dosis de 60 grs. por ¾ litros de agua.

 

 

 

Boldo

(Boldean fragansis)

 

El boldo es natural de América del Sur y crece, especialmente al sur del subcontinente y a ambos lados de la Cordillera de los Andes. Por esa razón resulta muy fácil conseguir boldo suelto de buena calidad en comercios especializados en venta de hierbas medicinales y también boldo industrializado y comercializado en saquitos ensobrados

De uso tradicional en Chile y regiones argentinas vecinas a la cordillera, el boldo ha ganado prestigio como medicina.

Se lo ha incorporado a preparaciones para la cura de enfermedades del hígado y vesícula. Existen pocas hierbas más específicas que el boldo.

De la planta del boldo se utilizan las hojas, sumamente ricas en sustancias que benefician la salud.

Tradicionalmente se utiliza para tratar los cálculos en hígado y las enfermedades de las vías biliares, preparado en forma de té que se debe tomar dos o tres veces al día, siempre después de las comidas.

Las bondades digestivas del boldo se explican porque modifica las propiedades de la bilis volviéndola menos viscosa y permitiéndole fluir con menos dificultad. Por eso, aún para prevenir algún malestar pasajero, es recomendable la toma de una taza de boldo después de una comida abundante.

También se lo considera buen diurético. Evita la flatulencia y funciona como laxante suave.

La dosificación es de tres hojas por taza. En la actualidad esa dosificación se encuentra en el contenido de los saquitos que se venden en cualquier almacén o supermercado.

Es recomendable dejar reposar la hierba en contacto con el agua hirviendo por unos minutos antes de beber.

 

 

 

Lavanda

(Lavándula spp)

 

Esta planta se ha usado desde tiempos muy remotos. En Europa se la utilizó contra las lombrices intestinales en niños y para la curación de heridas.

Los árabes la consideraron buena para los dolores de estómago e intestinos y como expectorante.

Crece entre 60 y 150 centímetros. Posee  un tallo fuerte del que abren muchas ramas. Las hojas son alargadas y delgadas. Su flor es un racimo violáceo que se eleva en un largo tallo.

Florece a fin de verano, durante el otoño y suele permanecer en flor durante el invierno. Esas flores son la parte de la lavanda que se utiliza. Se las debe cortar cuando los pétalos comienzan a perder el color.

Para su secado formar pequeños ramilletes y colgarlos flor abajo, cubiertos con bolsas de papel, para poder recoger las flores secas que van cayendo.

De uso extendido en cosmética se utiliza la lavanda desde siempre para perfumar el cuerpo, las habitaciones o la ropa. De ella se extraen extractos muy utilizados en perfumería. Para ahuyentar polillas y mantener perfumada la ropa de la próxima estación se cuelgan atados de flores en el ropero o placar.

En medicina se emplea la lavanda contra el agotamiento nervioso, cólicos, indigestión y dolores de cabeza. Reduce la excitación e irritabilidad de los niños (debe proporcionárseles la infusión rebajada). Como enjuague bucal elimina el mal aliento.

Lavarse la cabeza con agua de lavanda combate la pediculosis.

 

 

 

Aloe

(Aloe vera)

 

Los aloes son originarios de África Occidental pero se encuentras dispersos por casi todas las regiones de la tierra por su uso ornamental y medicinal y por su alta adaptación a diversos suelos y climas.

Por su belleza y, especialmente, por su valor medicinal fue introducido a Europa por griegos y romanos. Los chinos le dieron un uso similar al de occidente y desde el siglo XVI se reproduce con éxito en América.

En la actualidad es una de las plantas medicinales y cosméticas de mayor uso en todo el mundo.

De hojas alargadas, con abundante materia gelatinosa y espinas protectoras, el aloe florece en ramos.

Se cultiva y reproduce con facilidad, no necesita mucho agua, prefiere los terrenos bien drenados y los climas templados. La sustancia gelatinosa de sus hojas debe extraerse en otoño. Se realiza muy fácilmente cortando la hoja, efectuándole un corte a lo largo y en la parte inferir. Luego se procede a retirar el gel con un cuchillo o cuchara. Este gel se utiliza fresco, directamente y sin ningún tratamiento especial, sobre quemaduras, heridas y picaduras de insectos.

Se lo recomienda para proteger la piel de los “tomadores de sol” ya que sus propiedades hidratantes evitan la sequedad de la piel y su envejecimiento prematuro. Su aplicación debe hacerse siempre después de asolearse ya que su aplicación para “tomar” sol puede provocar manchas en la piel.

Cura las infecciones por hongos y tres gotas de gel agitadas en agua caliente son buena cura para las inflamaciones en los ojos ya que el lavado con esa agua enfriada varias veces al día elimina la supuración y el lagrimeo.

Sus hojas son muy purgantes y deben utilizarse en caso de estreñimiento crónico. Su uso interno debe realizarse con mucho cuidado. 

 

 

 

Manzanilla

(Chamaemelum nobile)

 

Esta es una de las hierbas que tradicionalmente se utilizaron como medicina. Los anglosajones la consideraban una hierba sagrada y fueron los griegos los que la llamaron “manzana del suelo” por su olor. Su nombre más común en castellano también la relaciona con la manzana por su perfume. También se la conoce como camomila.

Es fácil encontrarla en estado silvestre y se la reconoce por las numerosas flores que la adornan desde mediados de primavera hasta fin del verano.

Si se la quiere tener en el jardín o en maceta basta con trasplantar algunas plantas antes de que florezcan. Prefiere la tierra negra, liviana y húmeda pero se dan bien en todo tipo de suelo. Se utilizan las flores, se recogen durante el verano, preferentemente en día seco y con el sol ya alto. Deben ser secadas de inmediato, para ello conviene hacer un atado y colgarlas cabeza abajo, lejos de la luz solar directa. Una vez secas se las guarda en un recipiente oscuro y hermético. La flor secada en forma casera conserva el sabor mejor que la que se compra en comercios. No todas las manzanillas tienen las mismas propiedades. Para asegurarse la identificación de las plantas convenientes se debe cortar la flor al medio y verificar que en su interior tiene un espacio hueco.

De uso tradicional se la utiliza en infusión como sedante nervioso y contra el insomnio y como aliviadora de los dolores producidos por malestares en estómago e hígado. También se le atribuye controlar el vómito, aplacar las molestias menstruales y, en baño de asiento, calmar las hemorroides.

Con vahos frecuentes de manzanilla (un puñado de flores en un litro de agua  hirviendo) se alivia el catarro nasal y los síntomas de asma y bronquitis; con gargarismos se trata la inflamación bucal y la irritación de garganta; en pomada aplicada localmente alivia los síntomas del reumatismo; en compresas reduce la inflamación de los ojos y ayuda al tratamiento de las eczemas y a la cicatrización de heridas.

 

 

 

Pasionaria

(Pasiflora incarnata) (Passiflora caerulea)

 

Planta trepadora que alcanza entre 6 y 9 metros. Conocida por su flor blanca y púrpura-violácea, da un fruto comestible de cáscara naranja.

Es de hojas caducas y florece entre diciembre y febrero. Se la puede reproducir por esqueje o gajo en el mes de enero. Necesita suelo fértil y húmedo a pleno sol. Resiste bastante bien el fío y necesita guías para trepar o una pared para cubrir.

Su uso se ha extendido en su variedad europea donde se la bautizo Pasionaria, por su flor que reproduce los elementos de la Pasión de Cristo (cruces, clavos, martillos, etc.). El fruto, de forma oval, es comestible y se utiliza en repostería para la preparación de dulces y confituras.

Medicinalmente se utilizan las partes aéreas con hojas y flores. Se deben recolectar las ramas durante la floración o cuando ya tiene los frutos, para secarlas a la sombra.

Se usa como sedante suave, hipnótico, contra los dolores y el estrés. Eficaz en casos de insomnio, disturbios de la menopausia, afecciones nerviosas.

También se le atribuyen propiedades antiespasmódicas y como calmante de la tos y del asma.

 

 

 

Tomillo

(Thymus vulgaris) 

 

Los griegos de la antigüedad tenían esta planta como símbolo del calor y en la Europa medieval se acostumbraba suministrar una sopa de tomillo para curar la timidez.

Es una planta de 30 o 40 centímetros. De altura y hojas pequeñas. Florece en noviembre y diciembre, en pequeños racimos azul violáceos ubicados en la punta de las ramas.

Necesita clima cálido y seco y suelo permeable. Debe estar expuesto al sol y sus hojas y flores se cultivan durante la floración. Se seca con facilidad en lugar aireado.

En cocina se utiliza con todo tipo de carne asada, esparciéndola antes de colocarla en la parrilla. Perfuma salsas o gratinados que se  sirvan con carnes o legumbres. Combina con el ajo, la cebolla y los vinos tintos.

Como medicina es un excelente expectorante, antiséptico y como tal se lo usa como remedio para infecciones de vías respiratorias.

Como digestivo se le reconocen propiedades contra el colon irritable, los enfriamientos estomacales y la diarrea que les sigue.

En gargarismos se lo utiliza contra irritaciones de garganta. En uso externo combate parásitos, ayuda la cicatrización y aumenta el flujo de sangre en la zona donde se aplica.

Mezclado con agua hirviendo y miel alivia la resaca producida por abuso de alcohol.

Se prepara el té de tomillo con una cucharada de café de hojas por vaso y medio de agua. Se toma un tercio de vaso tres veces al día como expectorante o digestivo.

 

 

 

Orégano

(Origanun vulgare)

 

El orégano es una de las plantas más utilizadas en cocina. Especialmente la cocina italiana ha hecho de su uso una tradición. Aunque actualmente se tiende a  reemplazarlo por el romero, si bien su uso continúa siendo intenso. Menos conocidas son sus múltiples aplicaciones medicinales.

Es una planta que crece entre 30 y 60 centímetros. Su tallo es simple y sólo en la parte superior saca ramas. Sus hojas son pecioladas y ovales. Tiene flores pequeñas que se aglomeran en las ramas superiores.

Prefiere la exposición al sol y si bien crece mejor en la tierra fértil se da también en suelos mediocres.

Debe cosecharse cuando está en flor, armando pequeños atados para su mejor secado. Este secado se produce rápido, a la sombra y donde corra el aire.

Como alimento es un condimento característico para el tomate y las pizzas. También enriquece el sabor de las carnes rojas.

En medicina se utiliza como remedio popular para el dolor de cabeza y el catarro.

Resulta eficaz para los problemas estomacales e intestinales ya que estimula el estómago, permite recuperar el apetito, facilita la digestión y disminuye la flatulencia. Se utiliza como diurético y para provocar la transpiración. En gárgaras alivia laringitis y dolores de garganta. En baños reduce las inflamaciones.  Su infusión se prepara con una cucharada sopera por vaso y medio de agua.

Para dolores de estómago y catarros debe tomarse de ¼ a ½  vaso 2 o 3 veces por día
 

 

 

Albahaca

(Ocimun bacilicun)

 

La albahaca llegó desde la India a Europa y desde allí a nuestro continente. Es muy apreciada como condimento y hoy se la cultiva, prácticamente, en todo el mundo. Alcanza una altura de 60 a 90 centímetros. Y se la debe plantar a una distancia de 35 cm.

Necesita pleno sol, protección contra viento y suelo rico y liviano. Si bien se la debe sembrar cada año, es posible que sobreviva al invierno si se la protege de heladas y se la pasa a interior en una maceta. Se reproduce por semilla y se la debe plantar en almácigo en setiembre o principio de octubre y trasplantar a tierra cuando mide entre 6 y 8 centímetros. En los meses de noviembre o diciembre. Se cosecha su hoja justo antes que abran las flores, en febrero. Para su mejor conservación, una vez secadas, se recomienda guardarlas en un frasco cubiertas con una rama de olivo. En cocina se la utiliza fresca para la preparación de jugos con tomate y para la preparación del “pesto” que se sirve con las pastas. También se la valora como ingrediente en las ensaladas de verano. También frescas sus hojas son buenas para frotar sobre las picaduras de insectos. Secas se preparan en infusión y se beben como tónico reconfortable y calorífico, combatiendo el agotamiento nervioso. Facilita la lactancia y mejoran la digestión. Reducen la flatulencia. Alivia el estreñimiento intestinal. También puede utilizarse como expectorante. El té se prepara con una cucharada de café colmada con la hierba seca por cada vaso de agua.

 

 

 

Menta

(Mentha pi perita y menta arvensis)

Los griegos consideraban mágica a esta planta. Se conocen más de 30 tipos de menta. La menta pi perita es la más utilizada como planta medicinal y la m. arvensis la más común en los jardines. Esta última tiene usos similares pero es un poco más suave. Esta hierba es un arbusto de entre 30 y 100 centímetros., tiene hojas lanceoladas y dentadas, florece de enero a marzo y da una flor compuesta, de forma cónica, ubicada en la punta de las ramas superiores. Debe plantarse en abril y su reproducción por semillas es muy difícil. Necesita tierra negra y humedad subterránea. Se cosechan sus hojas, preferentemente antes de la aparición de las flores. Para su secado hay que dejarlas airear el máximo tiempo posible y completar con calor nunca superior a los 50º C. Después dejarla “respirar” de 6 a 12 horas y almacenarla. Su uso culinario resulta excelente para el preparado de licores e infusiones. Aporta buen sabor espolvoreada en papas y ensaladas y suele ser usada en las salsas. Medicinalmente tiene utilización como infusión en caso de indigestión, flatulencia, cólicos y descomposturas estomacales. Favorece la sudoración por lo que se la indica en caso de fiebre y gripe.

Reduce el dolor de cabeza, las nauseas y los mareos. En compresas refresca las articulaciones inflamadas y reduce neuralgias y dolores provocados por el reumatismo. Aspirando el vapor de agua hirviendo con algunas hojas de menta se alivia la congestión nasal. La infusión de menta se prepara con una cucharada de café de hierba seca por cada vaso y medio de agua. Se toma medio vaso de 2 a 4 veces al día.

Por poder reducir el flujo de leche no es recomendable durante la lactancia

 

 

 

Salvia

(Salvia oficinales)

 

Se la relaciona con una larga vida y tiene fama de hacer que los ancianos recuperen la memoria. En los tiempos de la escuela médica de Salerno (700 AC) se decía: “¿Cómo puede morir el hombre en cuyo huerto crece la salvia?”. Tal confianza tenían los romanos en sus propiedades que la llamaron salvia por “salvare”, que en latín significa curar. En algunos sitios del interior de Argentina aún se la reconoce por su antiguo nombre: “yerba sacra”. Es un arbusto que crece entre 20 y 70 centímetros., su aroma es muy agradable y florece en un racimo simple de color azul violáceo que se da en diciembre y enero.

Esta planta se reproduce muy bien por semilla y, si bien rústica, conviene renovarla cada tres años para obtener buenos resultados.

Prefiere clima seco y suelos calcáreos. Se la debe ubicar a sol pleno o media sombra. A pleno sol desarrolla un aroma más intenso. Se cultivan sus hojas, preferentemente durante la floración.

En cocina se usa picando no muy finamente tus hojas para condimentar carne al horno, aves, carne de cerdo, milanesas, hamburguesas, pastas y vegetales como la arveja, las chauchas y el tomate.

Medicinalmente sus hojas frescas resulta un buen estimulante para la digestión. Como infusión (hojas secas) se la usa para hacer gárgaras o buches en caso de úlceras bucales, enfermedades de las encías, amigdalitis o irritación de garganta. Se lo bebe para los trastornos de la menopausia y el destete. Es probada su acción terapéutica en afecciones en la piel (eccemas y eritemas). También sirve para devolver el color al pelo canoso y contra la caspa.

En infusión se usan de 5 a 10 grs. por vaso de agua, tomando una cucharada de café entre 2 y 4 veces al día.

 

 

 

Ruda

(Ruta chalepensis) (Ruta graveolens)

 

Originaria de Europa y posteriormente cultivada en todas las regiones templadas. Tradicionalmente se le otorgó propiedades mágicas, colocándosela  a la derecha de la entrada a la casa se le asignaba la tarea de ahuyentar a malos espíritus y enemigos y, también, como proveedora de buena suerte y salud. Esto último está comprobado por los numerosos beneficios que genera su uso.

La variedad graveolens mide entre 20 y 50 centímetros, la chalepensis puede alcanzar el metro de altura. Tiene un tallo erecto, con muchas ramitas y hojas compuestas, ovaladas y de color verde azuladas. Florece de diciembre a marzo, formando un racimo pequeñas flores amarillas que dan paso a un fruto redondeado que se divide en 4 o cinco partes.

Se reproduce a partir de semillas y requiere suelos livianos y calcáreos.

En medicina se utilizan sus hojas y flores, debiendo recolectar la parte aérea antes de que comiencen a abrirse las flores. En este momento contiene la esencia amarga que guarda las principales propiedades de la planta. Es preferible utilizarla fresa y de secarla debe hacérselo rápido y a la sombra.  De fuerte e inconfundible olor, la ruda es utilizada desde la antigüedad como condimento. Puesta a macerar en vino o vinagre se utiliza para sazonar carnes. En medicina se le atribuye aliviar dolores de estómago e intestinos, activar la evacuación de bilis y la circulación sanguínea en la región del bazo.

Su infusión se prescribe para tratar várices, flebitis, parásitos intestinales y como emenagogo que se usa en el momento en que debería venir la menstruación. Se la emplea también contra las dificultades respiratorias, el vértigo y la histeria.

En uso externo, preparada como aceite o loción, es tónico corporal y alivia dolores reumáticos y de cuello.

Como pomada es eficaz contra la sarna (dos veces al día durante 15 días) y como cocimiento es usada como piojicida (aplicada localmente una vez por día durante una semana).

 

 

 

Borraja

(Borago officinale)

 

Una vieja frase dice:”yo, la borraja, siempre aporto coraje”. Y hoy se entiende la razón al saber que esta planta estimula las glándulas suprarrenales y favorecer la producción de adrenalina, hormona que prepara el cuerpo para la acción en situación de tensión.

La borraja es una planta que mide de medio a un metro. Se reproduce fácilmente por semilla y crece en cualquier tipo de suelo. Dura sólo un año pero si se deja que algunas semillas caigan al suelo seguramente habrá plantas de borraja en la próxima temporada. Prefiere el sol pleno pero se da bien en media-sombra.

Florece en racimos de colores azul, rosa y blanco. Con esas flores se perfuma el vino, la sidra y los preparados con frutas. También se utilizan para aromatizar los confites y bombones.

La hoja es grande y está cubierta por pelitos que la hacen áspera al tacto. Por ser muy perfumadas se utilizan jóvenes (antes de la floración) en ensaladas.

Flores y hojas secas calman la tos seca e irritante. Se la prescribe en las primeras fases de la tos ferina y la pleuresía. Combinada con hinojo estimula la producción de leche en madres lactantes. Funciona como tónico suprarrenal para el estrés o para contrarrestar las secuelas del uso de esteroides. Aumenta la eliminación de orina.

Su infusión se prepara con 10 a 30 grs. de hierba seca por cada ½  litro de agua. Tomar de un tercio a ½ vaso dos o tres veces por día.

 

 

 

Coriandro

(Coriandrum sativum)

 

Esta planta, originaria de la región mediterránea de Europa, mide entre 30 a 50 centímetros.

Ha sido utilizada por mucho tiempo en la comida india, árabe, española y griega. Sus hojas inferiores son ovales y dentadas y las superiores, delgadas y lineales. Florece en diciembre y enero en forma de sombrilla formada por muchas flores diminutas. Se reproduce por semilla, que deben colocarse directamente en tierra húmeda durante la primavera. Prefiere los duelos calcáreos y fértiles, aunque se da bien en tierras magras.

Debe tener exposición al sol y estar protegida de los vientos. La semilla del coriandro despide un olor desagradable que desaparece cuando está madura y seca. Debe extraerse la ramita con flores y secarla a una temperatura no superior a los 40º C para luego extraer las semillas, parte de la planta más utilizada. Las hojas se utilizan frescas. Como condimento culinario las semillas de coriandro se utilizan en la preparación de esencias para licores y como condimento aromático de pepinos en vinagre, pickles y marinadas crudas o cocidas. Molidas se usan en la preparación de “paté” y pastas. Sus hojas más tiernas, en el punto justo, dan perfume a las ensaladas, condimentas las carnes y se esparcen sobre locros y guisados.

El  uso medicinal de las semillas secas favorece la buena digestión por aumentar la producción de jugos gástricos. Combate dolores de estómago.

Su infusión se prepara con 2 o 3 grs. de frutos por taza de agua.

 

 

 

Ortiga

(Urtica dioica)

 

La tradición cuenta que las tropas de César llevaron la ortiga a Gran Bretaña para azotarse con ella y mantenerse calientes. La costumbre de azotarse con ortigas se utilizó, hasta hace poco tiempo, contra la artritis, el reumatismo y, especialmente, sobre los órganos sexuales lánguidos o erección deficiente o nula.

Es una planta que alcanza entre 60 y 150 cts. Tiene un tallo robusto y simple del que salen hojas ovales y muy urticantes al tacto. Florece en pequeños racimos entre diciembre y abril. Debe plantarse en suelo húmedo y cosecharse durante la floración. Esta operación debe realizarse con precaución porque la ortiga es irritativa en contacto con la piel y produce una reacción alérgica. Se usa la planta por completo aunque su tallo y sus hojas son las más útiles. Las partes aéreas se secan rápidamente. La raíz se extrae en primavera u otoño y debe secarse en lugar bien aireado. Puede ser comida como cualquier verdura, necesitando 10 minutos de hervor. Su sabor es similar al de la espinaca pero su valor nutritivo es un poco menor. En medicina el carácter astringente de la hoja, el tallo y las flores combaten la anemia, estimula la circulación sanguínea, reduce la anemia, estimula la circulación sanguínea, reduce el azúcar en sangre, favorece el flujo de leche y detiene hemorragias. También estimula la eliminación el ácido úrico del sistema por lo que se la indica contra la gota y la artritis. Los brotes tiernos se consumen como revitalizante tónico primaveral. La raíz se emplea como acondicionador general del cabello, combate su caída y la caspa. Su infusión se prepara con media cucharada de hojas o raíz seca por vaso de agua. Se bebe ¼ vaso por día.

 

 

 

Romero

(Rosmarinus officinale)

 

Tradicionalmente se considero al romero símbolo del recuerdo y la confianza. Se creía que olerlo a menudo ayudaba a conservar la juventud. Creencia basada en el hecho comprobado de su eficacia como tónico excelente y estimulante general. Es un arbusto que alcanza el metro de altura y florece entre diciembre y marzo en pequeños racimos violetas. Prefiere climas cálidos y secos con exposición al sol. Se lo debe proteger de vientos y heladas y necesita crecer en tierra negra, blanda y permeable. Conviene sembrarlo en almácigo y pasarlo a tierra en noviembre. También se reproduce bien por esquejes. Se cosechan sus hojas cuando florece y es conveniente utilizar la punta de la rama. Se seca en sitio oscuro y bien aireado a una temperatura no inferior a los 30ª y no superior a los 40º. En cocina es considerado ideal para aromatizar carne vacuna y cordero. Combina bien con huevos y verduras. Aromatiza las salsas de tomate y las ensaladas de fruta.

En medicina natural se le atribuyen efecto benéfico contra dolores intestinales, biliares y de vías urinarias. Facilita la evacuación de bilis, la sudoración, la producción de jugos gástricos y activa la circulación de la sangre, por lo que no se recomienda su uso durante la menstruación y el embarazo. También posee propiedades desinfectantes y antidepresivas.

La infusión se prepara con una cucharada de café de hojas secas por cada taza. Se puede ingerir tres veces por día para tratar catarro, gripe, indigestión y dolores reumáticos o de cabeza. Más diluido se puede usar para combatir la caspa.

 

 

 

Violeta

(Viola odorata)

 

Conocida por sus propiedades medicinales desde tiempos remotos, la pequeña y popular violeta se alza del suelo entre 10 y 15 cts. Y florece en setiembre y octubre. En clima benigno puede volver a tener floración entre los meses de febrero y mayo. Tiene hojas en forma de corazón que nacen del rizoma (raíz) y sus flores son muy perfumadas. Se reproduce por separación de raíz o por semilla y necesita suelos fértiles y húmedos. Toda la planta tiene substancias benéficas para la salud y debe cosecharse cuando está en flor. Se seca a la sombra, preferentemente en lugar aireado. De utilizar calor artificial cuidar que la temperatura no sobrepase los 50 º C. La raíz debe desenterrarse durante el otoño y ser lavada y secada rápido. En alimentación se usa el extracto de sus flores para aromatizar vinagres y endulzar bombones. En medicina se reconoce que el té o jarabe de flores de violeta es bueno para tratar tos común y tos convulsa.

Se le reconoce a esta planta propiedades antiinflamatorias, expectorantes, estimulantes, diuréticas, calmantes y contra el insomnio. Se usa en enjuagues y gargarismos para combatir infecciones bucales o de garganta. También se obtiene un buen purgante si se hierve media cucharadita de semillas de violeta en leche durante algunos minutos.

La raíz en infusión (12 grs. en un litro de agua) es vomitiva y purgan los intestinos

 

 

 

 

Melisa

(Melissa officinale)

Su nombre proviene del griego y significa “abeja melífera”. Esta planta siempre estuvo relacionada con las abejas y se le atribuyen propiedades cicatrizantes y tónicas semejantes a la jalea real y la miel. También es conocida con el nombre toronjil

Mide entre 40 y 80 cts. Tiene un tallo rectangular del que salen ramas y hojas enfrentadas. Sus hojas son ovales redondeadas y si se les frota despiden un perfume similar al del limón. Las flores son pequeñas y blancas y crecen en grupo en toda la planta. Se reproduce por semilla. Estas deben propagarse en almácigo en agosto y se pasan los platines a tierra cuando miden 5 cts.

Debe plantársela en suelo profundo porque necesita buenos nutrientes. Crece a pleno sol o media sombra. La hoja y la flor se cosechan al parecer la floración en la planta, generalmente en marzo.

Las hojas tienen uso culinario para dar un agradable aroma a limón a fiambres, pescado, etc. y se utiliza en ensaladas crudas.

En medicina se utiliza como sedante y antidepresivo, resultando eficaces contra el agotamiento nervioso y los trastornos digestivos provocados por la ansiedad o la preocupación. También se usan para catarros febriles y las fases iniciales de la gripe.

En compresas resulta útil para las inflamaciones dolorosas.

Su infusión se prepara con hojas frescas que deben recogerse inmediatamente antes de la floración.

 

 

 

Hinojo

(Foeniculum officinale)

 

Los romanos creían que las serpientes chupaban el jugo de hinojo para mejorar la vista. Durante la Edad Media se masticaban sus semillas para evitar los ruidos gástricos durante las ceremonias religiosas y las esparcían por sus cualidades para ahuyentar insectos.

Esta planta alcanza entre 80 y 200 cts. De altura. Tiene ramas robustas y hojas finas y alargadas. Florece en sombrillas grandes de color amarillo que se trasforman en frutos ovalados con perfume similar al anís.

Debe cultivarse en tierra fértil y húmeda. En invierno necesitan protección contra las heladas. Las semillas y la raíz se utilizan como medicina. Las semillas se recogen en otoño y deben secarse a una temperatura máxima de 40ºC. La raíz debe cosecharse en otoño cuando se recogen los tallos bulbosos para consumo como hortaliza.

En cocina pueden usarse sus tallos y hojas en todos los platos de pescado. Combina bien con pollo y huevos y la ensalada de tallos es exquisita.

El uso medicinal de sus semillas (mayor eficacia) y raíz trata flatulencia, indigestión, cólicos y otras molestias digestivas. De agradable sabor debe beberse su infusión después de las comidas.

Aumenta el flujo de leche de las madres lactantes a la vez que alivia los dolores de estómago de los bebés. Combinando la raíz con hojas de menta posee efectos expectorantes. Como enjuague bucal se utiliza para los problemas de las encías y en caso de piezas dentales sueltas. En gargarismos alivia la laringitis y las molestias de garganta. La infusión se prepara utilizando una cuchara sopera de frutos cada dos vasos de agua.

 

 

 

 

Breve glosario de hierbas medicinales ubicables en Argentina.

 

AJENJO: Digestivo, Aperitivo amargo.

ALCAUCIL: Hepática, Digestiva, Diurética.

AMBAY: Bronquitis, Catarro, Asma.

ANACAHUITA: Expectorante

ANIS ESTRELLADO: Antiespasmódico, Flatos.

ANIS VERDE: Antiespasmódico, Flatos.

APIO: Antirreumático, Diurético y Depurativo.

BENJUI: Alivia ronqueras y laringitis

BOLDO: Afecciones hepáticas, Digestiva.

BORRAJA: Expectorante, Diurética.

CANCHALAGUA: Diurética, Depurativa, Emenagogo.

CARQUEJA: Hígado, Cólicos Hepáticos, Depurativa y Estimulante Sexual.

CÁSCARA SAGRADA: Purgante y Laxante.

CEDRON: Aromático, Digestivo y Tónico Cardíaco.

CEIBO: Cicatrizante, Antihemorroidal.

CENTELLA ASIATICA: Celulitis

COLA DE CABALLO: Depurativo, Alcalinizante y Diurético. Heridas, Acné, Lavajes. 

COLA DE QUIRQUINCHO: Afrodisíaco, Tónico sexual.

CONGOROSA: Antiespasmódica, Acidez.

CONTRAYERBA: Emenagogo, Depurativa y Sudorífica.

CUASIA: Digestiva, Parásitos intestinales, Pediculosis.

CHAÑAR: Asma, Bronquitis y Tos.

DORADILLA: Diurética, Cálculos hepáticos, Regulador femenino.

ENELDO: Antiespasmódico y Carminativo

ESPINA COLORADA: Colagoga, Digestiva, Arenillas

ESTIGMA DE MAIZ: Diurética, Afecciones reumáticas, Depurativa.

FUCUS: Obesidad, Bocio, Arterioesclerosis

FRESNO: Diurético, Antirreumático

GINSENG: Tónico general y revitalizante.

GINGKO BILOBA: Favorece la circulación sanguínea. Ideal para Várices, Flebitis, Hemorroides e Indicado para mejor respuesta sexual.

GRAMILLA: Depurativa, Diurética.

HAMMAMELIS: Facilita la circulación sanguínea. Ideal para Várices (Vasoconstrictor), Flebitis, Hemorroides y trastornos de la Menopausia.  

HELIOTROPIUM: Combate el Acido Úrico y Colesterol

HINOJO: Digestivo estomacal

EUCALIPTUS: Balsámico, Expectorante, Bronquitis, Catarro, Resfríos, Gripe.

HIPERICO: Antidepresivo y calmante. Ideal para estados de Ansiedad y estrés.

HISOPO: Adelgazante, Expectorante anticatarral.

INCAYUYO: Digestivo estomacal y Aromático.

JARILLA: Dolores artríticos, y reumáticos, Sabañones, Olor de pies.

LAPACHO: Depurativo de la sangre.

LINO SEMILLAS: Laxante suave.

LLANTEN: Diurética, Inflamaciones, Acidez estomacal y Ulceras

MALVA: Laxante, Diurética, Inflamaciones, Flemones, Lavajes, Heridas.

MANZANILLA: Sedante, Digestiva, Carminativa.

MARCELA: Tónico estomacal, Asma

MARRUBIO: Adelgazante, Depurativo, Diurético

MATICO USO INTERNO: Ulceras - USO EXTERNO: Lavajes vaginales, Heridas.

MELISA: Anti neurálgica, Antiespasmódico Aromático.

MENTA: Aromático,  Estomacal, Sedante

MIL HOMBRES: Antirreumático, Gota, Diurético y Depurativo.

MIRRA: antiséptico y expectorante. Además digestivo y hepático.

MUERDAGO: Normaliza la Presión Arterial, Diurético.

MUÑA-MUÑA: antiespasmódica estomacal y normaliza el ciclo menstrual.

NENCIA: Hígado, Carminativo y Digestivo.

OREGANO: Estomacal, Antiespasmódico, Carminativo, Expectorante y calmante de la Tos.

ORTIGA: Depurativo de la sangre, Circulatorio y disminuye la Presión Arterial.

PAICO: Digestivo estomacal.

PALO AZUL: Antirreumático, Diurético y Depurativo.

PALO PICHI: Diurético, Antiséptico vías urinarias.

PALO SANTO: Depurativo, Antirreumático, Expectorante y Anti sudorífico.

PASIONARIA: Insomnio, Sedante, Antiespasmódica.

PEPERINA: Trastornos gastrointestinales, Sedante.

PEZUÑA DE VACA: Diabetes.

POLEO: Tónico estomacal, Sedante suave

PULMONARIA: Anticatarral y Expectorante.

QUIMPE: Depurativo, Bronquios y Catarro

RETAMILLA: Várices, Circulación de la sangre

ROMERO: Estomacal, Antiespasmódico, Aromático, Colagogo, Diurético

RUDA: Antiespasmódica, Emenagogo, Digestiva,  Antiparasitaria.

SALVIA BLANCA: Digestivo y mejora la memoria, resfríos, estimulante, cicatrizante

SALVIA DE LA PUNA: Expectorante, Antiasmática.

SANGUINARIA: Circulación de la sangre, Depurativa, Diurética, Refrescante.

SARANDI: Diabetes

SEN HOJAS: Laxante y Purgante

SOMBRA DE TORO: Digestiva

TE DE BURRO: Trastornos estomacales, Acidez.

TILO FLORES: Sedante nervioso, Relajante.

TOLA: Caspa, Seborrea y Caída del Cabello.

TOMILLO: Digestivo, Bronquitis, Tos.

TOPASAIRE: Seborrea y Caída del Cabello.

TORONJIL: Flatulencias, Desórdenes Gastrointestinales, Sedante.

TRAMONTANA: Diurética, Inflamaciones.

UÑA DE GATO: Activa el Sistema Inmunológico del organismo, Antiinflamatorio, Antiviral, Desintoxicarte del Aparato digestivo y Antialérgico.

UVA URSI: Diurético y Afecciones de Vías Urinarias, Próstata, Laxante suave.

VALERIANA: Sedante, Insomnio, Digestiva.

YERBA BUENA: Náuseas, Trastornos gastrointestinales, Sedante.

YERBA CARNICERA: Antirreumática, Diurética, Próstata, Cistitis, Balsámica.

YERBA DE LA PIEDRA: Afecciones de la Garganta.

YERBA DEL POLIO: Digestivo, Estomacal y Antirreumático.

YERBA MEONA: Inflamación del sistema génito-urinario, Cistitis.

ZARZAPARRILLA: Depurativo de la sangre, Diurética.

 

 

Fuente:

Monografía: Hierbas Aromáticas y Medicinales

Autor: Instructor en Yoga- Rubén Gattero. Año 2005